Ansiedad y depresión: la pandemia hace mella en los universitarios

Susana Luaña Louzao
Susana Luaña SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

Sandra Alonso

Un estudio de psicólogos de la USC constata que la salud mental del 60 % de los estudiantes empeoró con la crisis sanitaria

22 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Isabel Fraga Carou, que es experta en Psicología del Lenguaje en la USC, le preguntó a los estudiantes universitarios qué palabra se les venía a la cabeza al pensar en la crisis sanitaria del coronavirus. Y la que más repitieron los alumnos fue «incertidumbre». También agobio, estrés, ansiedad, tristeza... Si el lenguaje define el estado de las personas, el de los universitarios gallegos no pasa por un buen momento.

Un estudio que la profesora compostelana —junto con otros colegas suyos como Estrella Romero, Carlos Montes, Isabel Padrón y la alumna de doctorado Lucía Vieites—, realizó entre el alumnado universitario, constata que más de la mitad de los estudiantes que respondieron al cuestionario, colgado en la web de la Facultade de Psicoloxía, presenta síntomas de ansiedad y de depresión, y que hasta un 60 % muestra indicios de ansiedad generalizada. En una escala de 0 a 10, su nivel de estrés subió de 5 a 8 durante la pandemia.

Al cuestionario, pensado para los universitarios gallegos pero abierto a otras comunidades, respondieron, de momento, unos 900 alumnos, si bien los datos más interesantes son los que ofrecen los 500 primeros, porque lo hicieron en los momentos más duros de la crisis. Con un porcentaje de mujeres en torno al 72% y una fuerte prevalencia de alumnado de la USC de clase media o media-baja, más de la mitad de los encuestados tuvieron que volver al domicilio familiar, mientras que un 40 % dijo haber pasado el confinamiento en la misma residencia en la que estaba antes de la pandemia. En torno a un 12% se reconoció parte de la población vulnerable al coronavirus, y entre un 30 y un 40% convivió con personas que lo eran. Un 5% sufrió la pérdida de algún ser querido y un 1% padeció la enfermedad.

El objetivo del estudio, además de conocer el entorno sociolaboral de los alumnos y obtener datos a más largo plazo para analizar cómo un sector de la población vivió y se enfrentó a una situación nueva en sus vidas, era también obtener una radiografía de la salud mental de los estudiantes. Y el resultado, no por esperado, deja de ser preocupante: «La salud mental es precaria —admite la autora del estudio— y como en la población en general, en los que tenían un diagnóstico previo, se agrava».

El apoyo familiar

El estudio analizó factores como la situación académica, el distanciamiento físico obligado, la estrecha convivencia con quienes se compartió vivienda durante el confinamiento y el miedo al contagio. Todo ello lleva a Fraga Carou a reconocer que buena parte de esa ansiedad que presentan los alumnos viene provocada por la sobrecarga de trabajo, la necesidad de seguir los estudios por medios telemáticos y la preocupación por los resultados académicos.

Pero el cuestionario aporta otros muchos datos de interés. «Los chicos valoran muchísimo el apoyo familiar; aunque a algunos les provoque estrés volver a convivir con la familia, demuestra que ese entorno afectivo sigue siendo fundamental en Galicia». En cambio, la mayoría dice no haberse sentido apoyados por los profesores. «Ellos perciben que la universidad no les ayuda demasiado, aunque esto hay que verlo en su contexto, porque están preocupados y porque los estudiantes universitarios suelen ser muy críticos». Con todo, admite que es un dato que deberán tener en cuenta las propias universidades.

En general, reaccionaron mejor los chicos que no abusaron de las redes sociales y los que mantuvieron sus hábitos; sobre todo, los que lograron dormir bien.