El día en que la «secreta» llamó al orden en Riazor

A. Mahía A CORUÑA / LA VOZ

SOCIEDAD

La foto de policías en la playa coruñesa pone en evidencia la falta de conocimiento sobre las normas en los arenales

21 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando el pasado día 11 se abrieron las playas, fueron muchos los que se quedaron con el titular y no leyeron la letra pequeña. Gran parte de la población pensó que a los arenales ya se podía ir en bañador y con la toalla. Hasta darse un chapuzón creyeron algunos que estaba permitido, como se pudo comprobar en cuanto se iban las nubes y aparecía el sol. Festa rachada. Pero la cosa no era así. Había unos horarios y unas normas que buena parte de los ciudadanos fueron conociendo a golpe de regañina policial, cuando no de multas.

Los agentes tenían que recordar una y otra vez que solo estaba permitido el paseo, pisar un rato la arena o practicar algún deporte. Hubo jornadas soleadas en las playas coruñesas en las que broncearse era un deporte. Agentes municipales patrullaban a todas horas los arenales. «La gente no sabe las normas y todo el mundo nos decía que en el periódico o en los telediarios habían leído o escuchado que se podía estar en la playa», comentó un mando de la Policía Local de A Coruña.

Todos los días había que llamar al orden a decenas de personas. Hasta que este martes las autoridades se pusieron serias y la Delegación del Gobierno envió a dos agentes de paisano a Riazor con la placa colgada al cuello y la pistola en la cintura para identificar a todo el que estaba en la playa haciendo lo que no debía. Unas imágenes polémicas para muchos. En las redes sociales fue muy comentada la captura que realizó el fotógrafo de La Voz Ángel Manso en la que se veía a dos agentes con las armas bien visibles junto a una mujer mayor sentada en la arena, con la falda puesta y la parte de arriba del bañador. La estaban identificando porque no estaba haciendo lo correcto. Ni hacía deporte ni estaba paseando. Pero en la calle se hablaba de la pistola y no de la señora. Se le preguntó a la Delegación del Gobierno y a la Jefatura Superior de Policía de Galicia por esta cuestión y no hubo respuesta. Tampoco informaron si hubo denuncias o cuántos identificados.