Los ERTE mandan en las expectativas laborales de 16.000 compostelanos

S. l. SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

xoan a. soler

El número de afectados por expedientes en las empresas de Santiago y su comarca creció más de un 26 % desde principios de abril

19 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La desescalada en la situación de alerta sanitaria por la pandemia del coronavirus se nota en la mayor actividad comercial en la calle, pero todavía no tiene reflejo en el volumen de trabajadores acogidos a un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) en Santiago y su cinturón metropolitano. De acuerdo con el balance actualizado a finales de la semana pasada, ya son 15.899 las personas cuya realidad laboral está sujeta a una figura que le da garantías en cuanto a la conservación del empleo pero que, en muchos casos, no le está permitiendo recibir ingresos por los retrasos en los pagos a través de una fórmula por la que el empleado percibe de las arcas públicas el 70 % de la base reguladora durante los seis primeros meses, con un mínimo de 502 euros y un máximo de 1.412.

Este volumen de trabajadores con ERTE no ha dejado de crecer desde la declaración del estado de alarma, a mediados de marzo. De hecho, desde principios de abril el número de personas afectadas ha pasado de 12.554 a las referidas 15.899, lo que supone un incremento del 26,64 % en las últimas seis semanas. Esos ERTE corresponden a un total de 2.704 solicitudes formalizadas por empresas de los municipios de Santiago, Ames, Teo, Boqueixón, Brión, Vedra y Val do Dubra. Son casi medio millar de empresas más las que han realizado esos trámites desde principios de abril. El grueso de las solicitudes corresponde a Santiago, con 1.964 empresas y 12.630 trabajadores con ERTE. Le siguen Ames, con 392 solicitudes que afectan a 1.427 personas; Teo, con 177 y 1.113; Boqueixón, con 49 y 295; Brión, con 43 y 160; Vedra, con 40 y 137; y Val do Dubra, con 39 solicitudes formalizadas por otras tantas empresas y 137 trabajadores afectados.

En Santiago el ERTE ha tenido un fuerte impacto en todo su tejido productivo, desde las grandes empresas hasta los concesionarios de automoción, el comercio y la hostelería. La paulatina vuelta a la actividad de esos sectores contribuirá a normalizar la situación laboral de trabajadores con esa regulación temporal.