Bugallo elogia el funcionamiento de las terrazas y no ve justa la crítica del sector

r. m. SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

PACO RODRÍGUEZ

La plaza de Europa, en Área Central, sí podrá albergar instalaciones de hostelería

19 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

«Creo que non son xustas». Así se refería ayer el alcalde a las críticas del sector de hostelería por la distribución y organización de las terrazas, aunque esa consideración no le impidió reconocer el buen funcionamiento de las mismas este fin de semana. El comportamiento del sector «foi excelente». Y así «hai que recoñecelo», apuntó Sánchez Bugallo, aunque sin ocultar tampoco que si se hubiesen detectado los problemas de seguridad en su uso del fin de semana anterior «é posible que houbera que suprimilas directamente». La Policía Local controló más de cincuenta y no tramitó ninguna denuncia.

El alcalde quiere ver en este buen funcionamiento un indicativo de que «non hai tanta confusión». Dice, frente a las críticas, que las instrucciones del viernes aclaraban cuestiones del decreto estatal, pero que el Concello ha de moverse dentro de los límites que marca este, como el máximo del 50 % de ocupación, al margen de que se diesen las condiciones adecuadas para ir más allá. Lo mismo ocurre, dice, con las distancias de seguridad, aspecto en el que emplaza a los hosteleros a ver el decreto de la Xunta del pasado viernes, «que esixe dous metros de separación entre persoas».

Bugallo defiende que Raxoi está interpretando las normas «coa maior flexibilidade posible» teniendo en cuenta «a prioridade da seguridade da cidadanía» y que hay que repartir el espacio público con equilibrio. Y reconoce que algunas de esas interpretaciones requirieron «debates intensos».

Desde ayer ya no caben interpretaciones con respecto a la plaza de Europa. Tras analizar el decreto en materia de accesos, el Concello concluye que cumple ese requisito y que se pueden instalar terrazas siempre que cumplan. «Cumprindo as normas pode haber terrazas», dice, al tiempo que recuerda a los ciudadanos, con carácter general, que circulen por la derecha y que hay que ir asegurando pasos para no retroceder y que la ciudad dé confianza hacia fuera.