«En Suecia hacemos vida casi normal, no ha habido cuarentena»

Manuel García Reigosa
M. G. Reigosa SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

Nick Spires regresó a Suecia
Nick Spires regresó a Suecia

Nick Spires, pívot del Obradoiro, explica las singularidades de su país natal en el combate contra el covid-19

03 jun 2020 . Actualizado a las 16:44 h.

Una vez que se confirmó la suspensión temporal de la Liga Endesa de baloncesto, el Monbus Obradoiro dio libertad a sus jugadores para que pudiesen volver a sus lugares de origen, con el compromiso de regreso en el supuesto de que se reanudase la competición. Nick Spires cogió el primer vuelo, casi a la carrera. De hecho, dejó buena parte del equipaje en Compostela. Y ahora vive la crisis del coronavirus en su país, Suecia, uno de los que ha optado por una estrategia de lucha menos draconiana. Allí tienen muy clara la cadena de mando y obligaciones, tal y como explica el pívot del conjunto santiagués: «Los expertos deciden qué hay que hacer, los políticos escuchan y aplican las recomendaciones, y los ciudadanos las aceptamos».

No hay más que ver cómo es el día a día del jugador para comprobar las diferencias respecto a España: «Voy a un gimnasio con un entrenador personal. Llevaba tanto tiempo sin parar que había descuidado pequeños problemas físicos, y ahora estoy pudiendo prestarles atención. Conozco otro gimnasio que tiene una pista de baloncesto, al que no va mucha gente, y puedo practicar en la pista. Lo que hacemos es lavarnos muy a menudo las manos con gel hidroalcohólico».

La vida social sigue su curso en Suecia, sin demasiadas limitaciones: «A veces quedo con mis amigos, pero guardamos las distancias interpersonales. También estoy teniendo tiempo para jugar al golf. Aunque se puede acudir a los restaurantes, prefiero recoger la comida y llevarla a casa. Han aumentado mucho las ventas a domicilio. También disfruto de los parques y el contacto con la naturaleza».

Spires explica en pocas palabras el objetivo del método sueco: «Hacemos vida casi normal. Lo que intentamos conseguir es que la gente lo pase poco a poco. Va a transcurrir tiempo hasta que se consiga la vacuna y lo que creemos es que siguiendo las normas no va a haber ninguna oleada de repente. En los hospitales se nota que hay más gente, pero no están desbordados». Y ese es uno de los indicadores clave, que los centros sanitarios estén en condiciones de atender los casos que les van llegando. Las recomendaciones para personas con factores de riesgo son mucho más estrictas. El pívot ve a la población conforme con la estrategia que sigue el Gobierno, a pesar de que el número de víctimas mortales es sensiblemente superior al de países vecinos: «Puede tener su explicación, porque aquí no ha habido cuarentena. Suecia ha tomado este camino, que implica más riesgos, pero cabe suponer que también habrá más gente inmunizada».

También apunta a la parte económica en la gestión de la crisis: «Se pretende que afecte lo menos posible al mercado laboral y se están tomando muchas medidas para intentar que el trabajo se haga desde casa».

Nick Spires reconoce que se le hace raro haber terminado la temporada de una manera tan abrupta y regresado de una forma tan precipitada, sin ocasión de despedirse del grupo. A su compatriota Chris Czerapowicz, que vive en Gotemburgo, ya ha tenido ocasión de verlo cuando se acercó a Estocolmo. Y con el resto de compañeros mantiene contacto por Whatsapp, «como otros años al acabar la campaña».

De lo que no quiere hablar es de su futuro, de dónde va a jugar el próximo curso. Es una norma que aplica desde hace tiempo y prefiere no comentar nada al respecto, a pesar de que acaba contrato. Lo que es seguro es que cuando se levanten las restricciones al tráfico aéreo volverá a Compostela, ya sea para recuperar los enseres que no se pudo llevar a Suecia o para seguir echando raíces en Sar.