«Te da rabia, porque hay una responsabilidad individual, pero los efectos son colectivos»
SOCIEDAD
A Manu Fariñas, enfermero de reanimación en la unidad de críticos del CHUO, la imagen de las terrazas llenas le transmite una mezcla de rabia y resignación. La primera, «porque este esfuerzo nuestro y de la población en general se puede echar a perder por la falta de responsabilidad, de conocimientos o por el egoísmo de algunos». La segunda, sin embargo, parece inherente a su profesión. «Ya te duele habitualmente cuando ves a pacientes que, por mucho que les digas, no se cuidan o reinciden en hábitos perjudiciales para ellos, pero es que esto es una pandemia», recuerda.
Fariñas trabajó en la uci de covid-19 del hospital ourensano durante las semanas más crudas de la cuarentena, y dice entender el nervio social por recuperar la vida de antes. «Hay una responsabilidad individual, pero los efectos son colectivos. Y lo hablamos entre los que estamos en el trabajo. Alguna gente no respeta lo que ha pasado, y no está informado el que cierra los ojos a ello», dice.
Su preocupación, además, gira en torno al futuro asistencial del recinto sanitario, porque una segunda ola de casos conllevaría posponer intervenciones o consultas cruciales: «Hay un volumen de trabajo que se puede complicar por falta de buen comportamiento social».