Los centros de ocio infantil de la zona piden un protocolo para poder abrir

SOCIEDAD

CESAR TOIMIL

Solicitan medidas específicas ya que no pueden cumplir la distancia social

17 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Los centros de ocio infantil de la zona, también conocidos como parques de bolas, han decidido unirse para pedir a la administración, sea central, autonómica o local, que elabore un protocolo que haga viable su reapertura. Según el plan de desescalada del Gobierno español, su regreso a la actividad podría producirse a partir del 25 de mayo, cuando se contempla la reapertura de los negocios de ocio, sin embargo, en su caso es imposible cumplir el distanciamiento social.

A través de un grupo de Whatsapp se han puesto en contacto los propietarios de varios centros de ocio infantil de la zona: Bule Bule, Burbujas, Capuchino, Divertilandia, Estrella Polar, Huellas, IlusiónArte, Marinolandia, Pabulandia, Safari Park y Urbox «con la predisposición de ayudar a las familias cuanto antes y generar la apertura a una situación factible, segura, cómoda y lo más real posible».

Quieren dejar claro que «somos un colectivo muy serio, en temas de seguridad, riesgos laborales, formación, prevención higiénico-sanitaria, aforos... y con un grandísimo grado de profesionalidad», y por ello destacan la importancia de «garantizar la seguridad de los trabajadores, de los niños y de las propias familias y somos conscientes de un factor que la dificulta con menores: cumplir el distanciamiento social».

Los centros de ocio de la zona reivindican el papel tan importante que juegan para la conciliación de los padres, a través por ejemplo de la organización de campamentos urbanos, sobre todo ahora que muchos progenitores están regresando de forma presencial a sus trabajos.

También se muestran preocupados por que el confinamiento haya generado «muchos problemas psicológicos en los más pequeños», como alteraciones en el estado de ánimo y del sueño, estrés, ansiedad y problemas de conducta: «Tenemos que atender las necesidades emocionales y psicológicas del niño a través de las relaciones personales entre iguales».

Al límite

La crisis sanitaria ha cogido a los centros de ocio infantil en un período de máxima actividad «convirtiéndonos en un sector vulnerable, con un costo de oportunidad irrecuperable». Así, recalcan la importancia de estudiar medidas de ayuda a un segmento de actividad «necesario en la sociedad, que actualmente se encuentran al límite ante este parón».

Por último, recuerdan que en los parques infantiles el juego y la interacción cumplen dos de los derechos fundamentales de los niños y «totalmente imprescindibles»: «les ayuda a desarrollar las habilidades sociales y a tener buena salud mental». Concluyen: «Necesitan volver poco a poco a la normalidad y aprender a convivir con el virus porque ha venido para quedarse», señalan desde los negocios de la zona.

¿De cumpleaños confinados a celebraciones familiares?

Si las administraciones no habilitan un protocolo sanitario que permita la reapertura de los centros de ocio infantil con las garantías de seguridad, los cumpleaños de los más pequeños de la casa serán muy diferentes durante el tiempo que dure la pandemia. A lo largo del confinamiento, los niños ya tuvieron que vivir el duro trance de cumplir años encerrados en casa y sin poder festejar una fecha tan especial con familiares y amigos. Precisamente para hacer este día más llevadero, voluntarios de Protección Civil de distintos concellos de la comarca se han volcado durante las últimas semanas en acudir a las casas de aquellos críos de aniversario para felicitarlos con un gran despliegue de sirenas, luces y chuches.

Ahora que se inicia la desescalada, las fiestas de cumpleaños siguen siendo diferentes, aunque desde el inicio de la fase 1 ya se permite reunirse con los familiares, siempre que no superen los diez miembros.

Incógnitas

Muchos pequeños se preguntan cuándo podrán soplar las velas rodeados de sus compañeros de clase o jugando en un centro de ocio infantil, negocios que a lo largo del año acogen numerosas fiestas de cumpleaños. De momento la respuesta es una incógnita, a la espera de que las administraciones públicas definan como será posible acudir a un parque de bolas.