Plantea elevar los estándares de calidad para atraer el viajero doméstico y del norte de Portugal, con un Xacobeo que apueste más por la creatividad local
14 may 2020 . Actualizado a las 13:46 h.El conselleiro de Cultura e Turismo, Román Rodríguez, compareció este miércoles ante la Diputación Permanente del Parlamento gallego para dar cuenta del reseteado que acabada de hacer en su departamento para responder a los desafíos provocados por la pandemia de coronavirus que golpeó, de una manera muy especial, a todas las actividades asociadas al turismo y la creación cultural, que en conjunto representan el 13 % del PIB gallego. «Son sectores moi vulnerables ante una caída da demanda», expuso el conselleiro, antes de desgranar el medio centenar de medidas incluidas en un primer plan de choque dirigido a evitar el derrumbe de un sector que da empleo director a 150.000 personas.
El Gobierno gallego se ha visto obligado a dar un volantazo y a reconsiderar todo lo que tenía construido hasta el momento, empezando por la distribución interna del gasto y continuando por las prioridades o la programación del Xacobeo 2021, uno de los programas estrella en el que se llevaba años trabajando y que dejó en papel mojado algunos de sus planteamientos. El nuevo plan de reactivación de los sectores cultural y turístico, que según Román Rodríguez es el primero de una comunidad autónoma que ve la luz en España y que permitirá movilizar en una primera fase 27 millones de euros, reorienta todos los esfuerzos a convertir a Galicia en un destino turístico seguro. «Galicia, destino seguro é moito máis que un lema», dijo el conselleiro, pues se trata de una «obriga», una responsabilidad compartida por la sector empresarial y la Administración autonómica para conseguir «a recuperación económica, pero tamén a recuperación emocional, de Galicia».
La política de promoción turística ver reorientada, con una campaña que verá la luz en breve, para captar lo que el Román Rodríguez calificó de «turismo de autor», ese que además de viajar buscar vivir experiencias culturales, paisajísticas o gastronómicas únicas. La apuesta consistirá e atraer al turista doméstico, tanto el de España como el del norte de Portugal, con nuevos productor como el Elixe Galicia, que garantiza 41.000 pernoctas; el Queda en Galicia, un programa para fomentar que los gallegos veraneen en Galicia; o el llamado Bono Solidario, que son incentivos para premiar con estancias vacacionales a los profesionales sanitarios, de seguridad o de otros sectores que libraron desde la primera línea la lucha contra el coronavirus.
Frente al modelo turístico de diferentes velocidades planteado desde el Gobierno central, que permite prestar diferentes servicios en función de la evolución de la epidemia, Rodríguez invocó un modelo único para Galicia como destino seguro en su conjunto, que sea capaz de fijar estándares superiores a la medida y que todos los establecimientos, empresas y autónomos tengan la ayuda que requieran para cumplir con los requisitos higiénico-sanitarios para dar garantías a los visitantes.
En definitiva, se trata de un volantazo en toda la política cultural y turística de Galicia, que ahora se propone priorizar el consumo del talento y la creación propias, a la vez que apuesta por el turismo de autor, alejado de la masificación.
Los grupos de la oposición marcaron distancias con el planteamiento del Gobierno, arguyendo que dicho plan de recuperación no había sido consensuado con el conjunto de las fuerzas políticas ni con a totalidad de los sectores implicados. «É un parche, un refrito de medidas que xa estaban», recriminó Ana Pontón, la líder del BNG, mientras Gonzalo Caballero, secretario xeral del PSdeG, aludió al plan como un «exercicio de botafumeiro e propaganda», que en su opinión adolece de la falta de un presupuesto específico. Desde el Grupo Común da Esquerda, Ánxeles Cuña pidió un plan cultural y turístico que no fíe todo al Xacobeo, y Davide Rodríguez (En Marea) invocó una nueva planificación que dirija todos los esfuerzos a la cultura gallega y no deje de lado a Carballo Calero, el homenajeado en las Letras Galegas de este año.