El miedo a un posible rebrote frena la desescalada en los centros de salud

Ana Lorenzo Fernández
Ana Lorenzo RIBEIRA / LA VOZ

SOCIEDAD

CARMELA QUEIJEIRO

Hasta junio se seguirá priorizando la atención telefónica y el doble circuito de entrada

13 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La guerra contra el coronavirus todavía está lejos de acabar y, por eso, en los centros de salud de la comarca han decidido mantener las mismas medidas de seguridad y protección que han puesto en marcha en los dos últimos meses. El miedo a un posible rebrote del covid-19 antes del verano ha provocado que la desescalada en los ambulatorios no se ponga en marcha de momento, y no será hasta mediados del mes de junio -y si todo avanza según lo previsto- cuando se comenzarán a relajar los protocolos.

Aunque en cada consultorio se han organizado de forma distinta según sus recursos y el espacio disponible, todos los profesionales tienen claro que seguirán priorizando las consultas telefónicas, así como el doble circuito de entrada, que permite separar a los pacientes que presentan síntomas compatibles con el covid-19 del resto de enfermos. «Existe a concepción errónea de que o risco xa pasou e se pode volver á normalidade, pero non é certo, e non se pode acumular xente e moito menos nos centros de saúde», explicaba ayer Carlos Boullón desde el ambulatorio de O Saltiño.

Él, al igual que sus compañeros, reconoce que las consultas telefónicas sirven de filtro para saber el estado de un paciente y descubrir si es necesario que acuda al centro de salud, donde se han continuado haciendo analíticas, o electrocardiogramas. Además, las nuevas tecnologías también contribuyen a facilitar el trabajo, «y recurrimos mucho al WhastApp y a los correos electrónicos para que nos envíen imágenes de lesiones en la piel. No estamos en la situación más deseable, pero se está consultando a todos los pacientes», apuntó Jenaro Gutiérrez desde A Pobra.

 Zonas de triaje

En este centro de salud cuentan con una carpa de triaje a la entrada, que ya permite separar a los enfermos según sus dolencias, enviando a la puerta de urgencias a aquellos que tienen síntomas de coronavirus, que ya se atienden directamente en una consulta covid-19.

En Outes reconvirtieron el área de pediatría en una zona específica para los contagiados por el virus, al mismo tiempo que mantienen todos los protocolos de seguridad de los últimos meses. «É de sentido común, non facía falta que nos enviaran un documento para dicir que temos que priorizar as consultas telefónicas», afirmó José María Dios, que lamentó que la consellería no haya echado mano de las conclusiones del Consello Técnico para Atención Primaria.

En el centro de salud de Muros no han tenido muchos casos de coronavirus, y esperan que continúe así, pero Domingo Fabeiro considera que para ello «tenemos que seguir con las medidas de seguridad al menos hasta el 8 de junio. Con las llamadas ya podemos saber si ese enfermo precisa atención presencial».

También en Rianxo han decidido no relajar las medidas de protección, e incluso ampliarán el horario para atender a los pacientes, según explicó Germán Allut.

Para muchos profesionales, esta pandemia servirá para fomentar algunos hábitos en la educación sanitaria, y permitirá optimizar las consultas presenciales para lo que realmente son necesarias. Así lo considera Ángeles Mera, responsable de enfermería del centro de salud de Ribeira, que insiste en que «hay que ir poco a poco, que la gente pida cita telefónica. No es que no queramos verlos, lo que queremos es cuidarlos y protegerlos».

El hospital comarcal reanudó la actividad en el área de consultas, que ya llega al 80 %

La irrupción del coronavirus en la comarca hizo que la actividad del hospital de Barbanza se redujera drásticamente, y solo se realizaban cirugías de urgencia y tumorales (prioridad 1), al mismo tiempo que las consultas presenciales cayeron en picado, y únicamente se llevaban a cabo aquellas que eran imprescindibles. Una vez que ya se ha superado el pico de la pandemia y los casos han bajado, el centro asistencial de Oleiros va recuperando la normalidad, y esta misma semana se han programado y realizado varias operaciones de prioridad 2, en las que el tiempo de espera recomendable no debe superar los 90 días.

También los especialistas han vuelto a tener consultas presenciales, y ayer mismo había programadas más de 300 citas, lo que supone que la actividad de esta unidad se encuentra ya al 80 % si se compara con los datos del año pasado. El objetivo es que en las próximas semanas se camine hacia la recuperación total de la asistencia.