Las librerías vuelven a la actividad: «Hemos vendido un 10 % más»

María doallo / P. varela OURENSE / LA VOZ

SOCIEDAD

Emilio Virgos es el propietario de la Librería Platero
Emilio Virgos es el propietario de la Librería Platero MIGUEL VILLAR

Los clientes regresan a por encargos de libros o papelería y hay un ligero aumento de venta los primeros días

09 may 2020 . Actualizado a las 08:42 h.

La mayoría de librerías de la ciudad abrieron sus puertas el lunes con el comienzo de la fase 0 de la desescalada. Esto es lo que decidieron los propietarios de Kathedra, de Tanco y también de Platero, en la calle Bedoya. En el caso de esta última sí habría tenido autorización para mantener el negocio abierto durante todo el confinamiento por ser además papelería pero decidieron no hacerlo. «Lo que más vendemos son libros así que nos pareció que la mejor decisión era cerrar y retomar toda la actividad de forma conjunta en cuanto fuese posible», explica Emilio Virgos, actual dueño del establecimiento. «Por el momento la mayoría de clientes vienen a por material de papelería para los niños de la casa, algo que nos ha sorprendido, pero también estamos recibiendo varios encargos de libros con cita previa», añade a la hora de hacer balance de la vuelta a la actividad, aunque con restricciones.

Emilio es el único que trabaja en la librería estos días aunque mantiene el contrato de sus empleados: «Yo no solicité ERTE porque pensaba que el confinamiento duraría menos tiempo. Por ahora estoy yo detrás del mostrador pero pronto volverán también mis trabajadores».

Sobre la evolución de ventas que espera, se conforma con mantener el volumen de este mes. «Y ya es bastante. El mes de mayo suele ser bastante malillo, porque el grueso de las ventas llega antes del curso escolar», dice. Por el momento, han ido detectando un goteo de consumo enfocado a la compra de novelas y libros infantiles, lo más llamativo de estos días en los que abrió sus puertas. Virgos intuye que, en cierta forma, se debe al tiempo que ahora pasan los padres con sus hijos dentro de casa. «Respecto al mismo período de mayo que el año pasado, hemos vendido un 10 % más», cuenta.

En Punto e Coma, en la rúa da Paz, dedicaron los primeros días de la fase 0 a limpiar en profundidad su local, en base a las medidas de seguridad estipuladas. «Preferimos facer as cousas con calma e abrir un pouco máis tarde. O luns e martes limpamos a conciencia e adquirimos o material de protección necesario», explica Miguel Mosquera, dueño de la librería. El miércoles empezaron a funcionar con las citas previas, que ya están prácticamente cubiertas hasta la semana que viene. «Tiñamos moitos encargos feitos a través das nosas redes e agora toca que os clientes veñan a recollelos», admite. «Outros pediron cita para escoller lecturas. Estamos moi contentos de volver a ver á xente», añade. Por ahora lo que más están demandando son álbumes ilustrados, juegos didácticos para los más pequeños y alguna que otra novela.

Miguel Mosquera, libraría Punto e Coma
Miguel Mosquera, libraría Punto e Coma

Francisco Luis Dasairas y Marisa Carballido son el matrimonio que hay detrás de la librería Dasairas, en la praza García Barbón de Verín. En su caso, la persiana del local estuvo subida durante todo el confinamiento debido a que venden prensa pero este lunes retomaron el resto de actividad. «Nosotros estamos agradecidísimos a los medios de información diaria en papel. Aquí vendemos desde siempre La Voz de Galicia y gracias a eso hemos mantenido algún que otro ingreso durante los meses de estado de alarma», afirma Francisco. Aunque dice que mantener una librería a flote en los tiempos que corren es en sí mismo complicado. «La llegada del libro electrónico nos perjudicó mucho y ahora el coronavirus más. Las personas, ante una crisis, van a invertir su dinero en comida», explica.

Librería Dasairas de Verín
Librería Dasairas de Verín MIGUEL VILLAR

«Necesitamos que la plaza se llene de vida para vender. Pronto comenzarán a abrir las terrazas de los bares y creo que entonces nuestra situación mejorará», explica Marisa. Actualmente, las circunstancias hacen que el lugar esté vacío, algo que está perjudicando ahora más que antes a este negocio. «La gente sale a pasear o a hacer deporte pero no viene a comprar libros y nosotros seguimos aquí abiertos», añade. Esperan que todo mejore poco a poco. «Es el momento de apoyar a los comercios pequeños», termina Francisco.