La Xunta comunica a los concellos las 1.400 zonas libres de franjas horarias

José Manuel Pan
José Manuel Pan REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Gente paseando, a pie y en bicicleta, en Vilagarcía
Gente paseando, a pie y en bicicleta, en Vilagarcía MARTINA MISER

Los alcaldes, que hasta el viernes por la tarde no tuvieron la relación de las parroquias sin limitaciones, piden concreción y recomiendan prudencia «para non poñer en risco a saúde»

09 may 2020 . Actualizado a las 07:57 h.

Después de toda una mañana de incertidumbres, de preguntas y de enfado de los alcaldes, la Xunta envió, a media tarde del viernes, a la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp) la lista con las 1.428 parroquias en las que habrá libertad de horarios para pasear y para hacer deporte. Desde la Vicepresidencia de la Xunta explican que la lista fue elaborada «despois do encargo da delegación do Goberno, onte [por el jueves] a última hora da tarde». Y añade un reproche al tener que elaborar esa lista, no como en Asturias, «onde se acordou que fosen as corporacións municipais as que determinaran que núcleos estarían exentos das franxas horarias». La Xunta deja en manos de los alcaldes el mantenimiento de las restricciones en las parroquias que no guarden separación suficiente con los cascos urbanos, como sucede en muchos casos en Galicia, donde hay núcleos prácticamente absorbidos por la expansión urbanística.

Es el caso del Concello de Fene, molesto con la falta de información y que advierte que tiene tres núcleos limítrofes en el propio centro urbano, que por separado no superan los 3.700 habitantes, pero que en conjunto suman más de 8.000, informa Carla Elías. Fuentes municipales aseguran que intentaron durante todo el día obtener instrucciones de la Xunta sobre cómo actuar y que no han encontrado respuestas.

La propia Fegamp solicitó a la Xunta concreción respecto al levantamiento de las restricciones horarias por franjas de edad. Desde la federación de concellos gallegos dicen que la falta de precisión oficial «xera confusión» en los vecinos y en los ayuntamientos. La Fegamp recomienda a los alcaldes «que opten pola prudencia para non por en risco a saúde pública e o control da pandemia». El presidente de la Fegamp, Alberto Varela, tiene dudas de que el objetivo sea suprimir franjas horarias en lugares que no están distanciados unos de otros, «porque iso provocaría un problema a determinados municipios», informa Serxio González.

 

El comunicado de la Xunta que identifica las 1.428 parroquias no responde a esas dudas de los alcaldes. Es más, vuelve a dejar a criterio municipal la decisión de eximir las franjas horarias en núcleos que, aun perteneciendo a parroquias de más de 5.000 habitantes, «estiveran o suficientemente separados do resto da poboación». Desde Vicepresidencia entienden que «os alcaldes son os mellores coñecedores para adoptar as decisións oportunas».

Con esta decisión, la Xunta defiende que serán 1.270.000 gallegos los que tendrán desde ahora libertad horaria para pasear o para hacer deporte. En ese grupo se incluyen los más de 400.000 habitantes que residen en los 200 concellos gallegos con menos de cinco mil habitantes, que ya contaban con libertad horaria, y los más de 866.000 que viven en parroquias rurales que la tendrán a partir de ahora. El Gobierno gallego destaca que con esta nueva aplicación de la norma casi la mitad de la población gallega pasará a tener libertad horaria para pasear y hacer deporte.

La Xunta recuerda que la Delegación del Gobierno le dio finalmente la razón para que las limitaciones horarias se fijasen en función de las parroquias y no de los concellos. Entiende que de esta manera se evitarán aglomeraciones, independientemente de la entidad jurídica que administra el núcleo de población, y añade que esta interpretación «adáptase mellor á realidade social galega e á súa distribución territorial».

Hacer cumplir las normas por parte de los cuerpos de seguridad sigue siendo fundamental, incluso en las zonas sin limitaciones horarias. Las fuentes consultadas indican que en esos núcleos se actuará con más flexibilidad, aunque no permisividad, y ya no se harán comprobaciones masivas de ciudadanos. Serán controles más selectivos, más centrados en conductas más visibles, como estar en grupos o en lugares inadecuados o realizando alguna actividad que no esté autorizada.