Decenas de locales lanzan bonos en Internet para que sus clientes puedan echarles una mano pese a estar cerrados
09 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.— Perdoa, chámote solo para pedirche se podes poñer na páxina que Susi e Miguel están moi agradecidos a todos os clientes que nos están apoiando.
—Sen problema.
La debacle económica provocada por la crisis del coronavirus ha puesto sobre la mesa el particular vínculo que liga a los españoles con los bares. Tanto es así que el afán ibérico por salvar los locales de hostelería ha llevado a la creación de iniciativas que permiten pagar por adelantado consumiciones con las que celebrar, por ejemplo, la vuelta a la normalidad. Cientos de propietarios de todo el país han encontrado en proyectos como Adopta un bar una bombona de oxígeno que, si no les permite, al menos sí les ayuda a sobrellevar el duro golpe de llevar con la verja echada más de cincuenta días. Y los que les quedan, pues la mayoría no tiene previsto abrir sus puertas si no les ofrecen el total de garantías.
El muy agradecido Miguel Barja, dueño de la cervecería Merlego, en el centro de Santiago, forma parte del puñado de gallegos que se ha encomendado a los pagos por adelantado y, sobre todo, a la buena disposición de sus visitas habituales. Desde el 12 de abril y motivado, según explica, por conocidos a los que les había funcionado el registro en este tipo de plataformas, decidió empezar a vender cubos de cerveza, botellas de vino y raciones de croquetas por Internet, sin saber aún cuándo podrá servirlas. «Son uns pequenos ingresos para intentar tapar esta situación. A primeira semana, de feito, foi flipante; caían pedidos seguido. Agora está máis relaxado porque penso que moita xente xa prefire esperar a que abramos para consumir». Eso sí, Miguel advierte que aunque ya realiza envíos a domicilio de sus platos estrella, está esperando a que las autoridades locales le den una respuesta sobre si puede utilizar una terraza que tiene en la parte de atrás del local. Mietras, candado en las mesas y, por supuesto, en la barra. Tendrán que esperar sus clientes de siempre que, según cuenta, son precisamente los que están arrimando el hombro en estas difíciles circunstancias. Y que, probablemente no sorprenda, lo que más le están encargando son cubos de cerveza.
A quien tampoco le va nada mal es a Manuela Pérez, propietaria del chiringuito Pedra pateira y del Heaven & Hell, ambos locales situados en Ribeira. En pocos días arañó para este último bar unos 200 euros, calcula. El montante es ridículo en comparación con las cifras que maneja en circunstancias normales un local que funciona a pleno rendimiento. No obstante, Pérez percibe con esta alternativa que, al menos, cuenta con el respaldo de esas caras a las que veía, antes de que estallara la crisis, casi a diario. «Esta iniciativa permite que sigamos estando presentes aunque sea a través de Internet, que es por donde circula todo ahora». En el caso del Heaven & Hell los bonos de cerveza también son los más reclamados.
Los ciudadanos que quieran saber si su bar de confianza busca rescate pueden acceder a esta web y utilizar el localizador. En el caso de ser propietario de un local, es importante conocer este detalle: el registro es gratuito, aunque la plataforma se lleva un 10 % de cada pedido.