Detectan el primer caso de gato infectado por coronavirus en España

La Voz REDACCIÓN

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Imagen de archivo de un gato bebiendo leche en una calle
Imagen de archivo de un gato bebiendo leche en una calle Eduardo Parra | Europa Press

El animal, el sexto felino contagiado en el mundo, vivía en Cataluña con una familia que registró varios positivos. El animal padecía una enfermedad cardíaca

18 may 2020 . Actualizado a las 18:54 h.

Investigadores del Centro de Investigación en Sanidad Animal (Cresa) han detectado el primer gato infectado por coronavirus de España, el sexto en todo el mundo. El felino, de nombre Negrito y ya fallecido, vivía en Cataluña con una familia que había registrado varios positivos. El animal padecía una enfermedad cardíaca.

El investigador del Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias del Cresa, Joaquím Segalés, ha afirmado, como recoge Europa Press, que «la cadena de transmisión de los virus se produce de las personas hacia los gatos, y estos son las víctimas colaterales de la enfermedad en los humanos». Recuerda que la vía de transmisión predominante es de humano a humano y que la capacidad de los gatos de transmitir la enfermedad es «negligible, es decir no juegan un papel significativo en la epidemiología de la enfermedad».

La directora del Cresa y profesora de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), Natàlia Majó, ha asegurado que ahora las infecciones por el coronavirus se han extendido ampliamente en la población humana y que «es posible que algunos animales se infecten por el contacto estrecho con infectados». Los estudios científicos publicados hasta ahora apuntan a que los gatos son una de las especies animales sensibles a la infección por Sars-Cov-2, pero hay pocos sobre la susceptibilidad de diferentes especies al coronavirus y sobre la dinámica de la infección en especies animales susceptibles, ha apuntado Majó.

El animal ingresó en un hospital veterinario de Cataluña, con dificultades graves para respirar, una temperatura rectal de 38,2 grados, un nivel muy bajo de plaquetas y una insuficiencia cardiaca, y se le practicó una «eutanasia humanitaria». Posteriormente, el gato se derivó al Cresa, donde se le practicó una necropsia, ya que el centro dispone de la unidad de biocontención para trabajar con coronavirus en condiciones de nivel 3 de bioseguridad. Esta prueba puso de manifiesto que el felino presentaba la llamada cardiomiopatía hipertrófica felina, generalmente de origen genético, y que las causas del fallo cardiorespiratorio agudo fueron un edema y una congestión y hemorragia pulmonares.

Los investigadores detectaron material genético (ARN) del nuevo coronavirus en muestras extraídas de la nariz y del nódulo linfático mesentérico -que drena el intestino-; la carga vírica, sin embargo, «era baja y ninguna de las lesiones que presentaba el animal era compatible» con una infección por el virus.

Por ello, sostiene Segalés, el hallazgo de Sars-Cov-2 en este animal «fue incidental y no estuvo relacionada con la sintomatología clínica por la que se decidió practicar la eutanasia». Este investigador ha indicado, como informa Efe, que todos los casos conocidos de gatos infectados por el coronavirus presentaban un denominador común, y es que pertenecían a núcleos familiares con pacientes de coronavirus.

Ha añadido que este caso era especial, pues «sabíamos que (el gato) estaba en un ambiente con personas con covid-19 y podría haber estado expuesto al virus. Presentaba una sintomatología clínica muy grave y queríamos ver si estaba asociada a la infección vírica y comprobamos que no», ha explicado.

Los investigadores recomiendan, como propugna la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), que las personas infectadas con el virus y con mascotas en casa tomen medidas básicas de higiene, como lavarse las manos antes y después de estar en contacto con los animales o al manipular su comida o sus cosas, así como evitar los besos.

«Si es posible, lo más recomendable es evitar el contacto directo», han recomendado desde el Cresa, centro propio del Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentaria (IRTA), adscrito al Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación de la Generalitat de Cataluña.

Síntomas como la fiebre, tos, dificultad para respirar, los estornudos, los vómitos, la diarrea o la letargia son signos clínicos potencialmente compatibles de los animales con las infecciones por SARS-CoV-2, por lo que los investigadores recomienda que, en caso de duda, lo mejor es consultar un veterinario. 

Los expertos descartan motivos para la alarma por la transmisión del covid-19 a los gatos

«Hoy por hoy la casuística es muy limitada», destaca el profesor Juan José Badiola

M. G. Reigosa

Hace poco más de un mes el zoo de Nueva York confirmaba que un tigre había dado positivo en covid-19. Previsiblemente se había contagiado por el contacto con uno de sus cuidadores, que era portador asintomático de la enfermedad. Por esas fechas también estaban sobre el tapete dos posibles casos de perros infectados en Hong Kong y el de un gato en Bélgica, que convivían con personas afectadas por el coronavirus. Y esta semana se ha conocido el primer caso de un gato infectado en España. Los expertos van obteniendo más datos sobre la incidencia del covid-19 en las mascotas, pero mantienen el mismo mensaje de tranquilidad. Insisten en que los casos detectados son muy puntuales, contados. Y en todos ellos el transmisor es el humano y el receptor el animal. Nunca al revés.

Pachi Clemente es director científico de la Asociación de Veterinarios Españoles Especialistas en Pequeños Animales, Avepa, entidad que agrupa a más de 5.500 afiliados. Contextualiza el caso del referido gato, que estaba al cargo de una familia catalana, varios de cuyos miembros superaron el coronavirus. Lo llevaron al veterinario, viendo que tenía dificultades para respirar. El especialista también constató un problema cardíaco y optó por sacrificarlo y trasladar el cuerpo al Centro de Investigación Animal, para que lo estudiasen.

Clemente pone el acento en que «los síntomas habían sido motivados por una enfermedad cardíaca». Y también resalta que «los virus encontrados eran una cantidad mínima».

Lo que están constatando las pruebas realizadas en laboratorios es que «los gatos son algo más sensibles que, por ejemplo los perros, a la hora de infectarse. Pero, una vez dentro, el virus no produce casi ningún síntoma».

Juan José Badiola, actual director del Centro de Encefalopatías y Enfermedades Transmisibles Emergentes de la Universidad de Zaragoza, también resalta que, hasta la fecha, los casos detectados a nivel mundial son escasísimos: «Este es uno más, con la singularidad de una patología cardíaca previa . Hoy por hoy la casuística, de momento, es muy limitada, no sabemos si porque no se analizan suficiente número de animales o porque es una cosa más bien esporádica».

A este respecto señala que los propietarios de las mascotas suelen ser gente preocupada por el bienestar de los animales, de modo que si hubiesen visto alguna sintomatología clara probablemente habría acudido a la consulta del veterinario. Y este es un dato que también destaca Pachi Clemente, ya que en el colectivo no han detectado un incremento de visitas relacionadas con problemas respiratorios.

Badiola llama igualmente la atención sobre la escasa presencia de virus en el organismo del gato. Pero considera que no se puede determinar «si murió con el virus o por el virus».

Los dos expertos coinciden al significar que no hay motivos para la alarma y recomiendan a los propietarios de mascotas que se hubiesen infectado con el covid-19 que eviten el contacto con los animales y, si no es posible, que se laven las manos con frecuencia y extremen las precauciones para no contagiarlos.