Casi 150 vecinos de la provincia participaron, desde los pasillos de sus casas, en una carrera solidaria para recaudar fondos
07 may 2020 . Actualizado a las 09:25 h.Cada inscripción es un kilómetro de recorrido y, a su vez, una donación contra el cáncer y el covid-19. Desde el pasado día 3 y hasta ayer, miércoles, vecinos de la provincia participaron en ‘A Carreira Máis Longa da Historia’ con la Asociación Española contra el Cáncer (AECC).
La iniciativa arrancó el pasado 19 de abril en Madrid y en ella han tomado parte muchos ciudadanos del país. De hecho, en Galicia han contado con el apoyo de tres asociaciones provinciales contra la enfermedad, las de Lugo, A Coruña y Ourense. «Nuestra etapa acabó este miércoles a las seis de la tarde, pero la carrera continúa en otras provincias», dice Agustín Pérez Meiriño, de AECC. Hasta el miércoles a la mañana, cuando se efectuó el último recuento, 146 vecinos de la provincia habían participado con su aliento. Y a nivel nacional, el contador alcanzó por estas fechas los 31.000 kilómetros recorridos. «Nos hemos encontrado a muchos que ya eran deportistas de base, pero también a gente vinculada al mundo de la cultura, voluntarios e incluso pacientes. Hablamos de personas que padecen o padecieron cáncer, y también otras que están actualmente en tratamiento», cuenta Meiriño.
Estela Cid, vecina de Ourense y una de las participantes, tiene 37 años y su padre sufrió un cáncer hace diez. Vivirlo supuso dar un impulso añadido a su carácter, ya de por sí activo y solidario. Al ser voluntaria de la AECC en Ourense, se inmiscuyó por partida doble. «Cuando tu forma de ser ya es en cierta manera así tiendes a participar, aunque igual lo haces de forma más puntual o anecdótica. Lo que vivió mi padre hace tiempo me impulsó a estar más presente en nuestras actividades», cuenta.
En este sentido, Cid valora la importancia de que la asociación contra la enfermedad no esté centralizada, sino en conexión con los vecinos de las provincias, para estrechar el vínculo y hacer sentir una cercanía a los afectados. «Me parecen necesarias porque aquí se hace familia», explica Cid. Ella dice que, aunque suene al cliché habitual, «es un orgullo formar parte de ella porque aquí he visto que se mezclan por igual la sensibilidad y la profesionalidad». Cuando sus compañeros inician alguna campaña que les lleva a la calle del Paseo, ella siempre está ahí.
Desde Verín, mientras tanto, Cidalia da Gloria Cardoso sumaba su granito de arena. Es voluntaria de la asociación en la localidad, e intentó que más vecinos de la comarca se calzasen las zapatillas lanzando una campaña en Facebook. «Tuvimos una buena acogida y se notó el apoyo de la gente. Aunque no tengas a un familiar afectado por la enfermedad, la gente se conciencia porque sabe de qué va esto. Y en mi caso, soy una persona a la que le gusta ayudar en todo lo que se pueda», dice. A Cardoso le hubiese gustado notar la adrenalina de la carrera por las calles, pero mira el lado bueno de que, al menos, se pudiese hacer desde casa. «Siempre te gusta disfrutar estas cosas con más gente, en el exterior. Pero ya no importa cómo lo hagas, sino la manera en la que la gente responde», concluye.