El Gobierno financia otro proyecto gallego para crear una vacuna contra el coronavirus

Raúl Romar García
r. romar REDACCIÓN

SOCIEDAD

ARND WIEGMANN | Reuters

Un equipo de la Universidade de Santiago diseñará el vehículo que transportará a las células antígenos capaces de generar una respuesta inmune

05 may 2020 . Actualizado a las 17:48 h.

En el desarrollo de una vacuna contra cualquier enfermedad infecciosa es tan importante identificar un anticuerpo neutralizante que bloquee el virus como el diseño de un vehículo que transporte el agente terapéutico a las células de nuestro organismo para generar una respuesta inmune. Y en el desarrollo de la futura vacuna contra el covid-19, aunque existen distintas estrategias y planteamientos, el proceso no es diferente. Identificar un vector adecuado es un factor clave en todos los casos. Y en esta fase crucial los investigadores gallegos también tendrán su cuota de protagonismo gracias a un proyecto que acaba de conceder el Instituto de Salud Carlos III, que depende del Ministerio de Ciencia, al Ciqus de la Universidade de Santiago.

El equipo liderado por Javier Montenegro, que ha recibido 126.000 euros para un proyecto de seis meses, ha desarrollado una alternativa sintética a los virus inactivados que se utilizan habitualmente para transportar los antígenos, a través de los cuales se desencadena la respuesta inmune, a la célula. Se trata de una molécula que es un híbrido entre un lípido y un péptido, una miniproteína. «É un vector moi bo, que levamos optimizando os últimos sete anos, para transportar os ácidos nucleicos, neste caso o ARN mensaxeiro, á célula», explica Montenegro, que confía en obtener resultados positivos antes del plazo de duración del proyecto.

«O que pretendemos demostrar é que o noso péptido é un vehículo de transporte adecuado e que é capaz de xenerar unha resposta inmune no organismo», apunta Montenegro, quien también advierte que «o noso vector pode servir para transportar distintos tipos de antíxenos».

Equipo del Ciqus liderado por Javier Montenegro
Equipo del Ciqus liderado por Javier Montenegro J. M.

De encontrar las sustancias capaces de provocar una respuesta adecuada en el sistema inmunitario se encargarán otros equipos del Instituto de Salud Carlos III en una segunda fase en la que el equipo gallego también espera tener participación. «Logo -corrobora el investigador- farán falta novos estudos para ver si se pode facer un anticorpo neutralizante do coronavirus».

Mientras tanto, el grupo de Centro Singular de Investigación en Química Biolóxica e Materiais Moleculares (Ciqus) de la USC desarrollará una plataforma para cribar posibles vectores no virales, aunque ya tienen un candidato claro, que puedan ser utilizados como transporte del ARN que codifica las proteínas del SARS-CoV-2.

La estrategia pasa por el desarrollo de una vacuna basada en ARN mensajero, un camino que han seguido compañías biofarmacéuticas como la estadounidense Moderna o la alemana CureVac, que ya han iniciado los ensayos con sus prototipos y que, a diferencia de otras estrategias, permiten un desarrollo más rápido para conseguir la terapia. Pero, en esta alternativa, uno de los mayores retos es la extrema sensibilidad del material genético y las grandes dificultades que existen para transportarlo a la célula, de tal modo que pueda provocar una respuesta inmune. Por este motivo, el equipo gallego ha optado por un vehículo basado en péptidos que se crean de forma sintética en laboratorio.

«É unha molécula sintética e artificial que se pode sintetizar en grandes cantidades para a súa fabricación a gran escala no caso de que sexa necesario», subraya Javier Montenegro.

Con este nuevo proyecto, el Ciqus se convierte en una de las instituciones de referencia en España, junto con el Centro Nacional de Biotecnología (CSIC), para el desarrollo de una vacuna contra el nuevo coronavirus. La primera iniciativa para trabajar en una terapia preventiva fue financiada a principios de mes, también por parte del Instituto de Salud Carlos III, al equipo liderado por José Martínez Costas. En este caso el investigador parte de una propuesta muy innovadora que consiste, en esencia, en que sean las células del organismo las que produzcan la respuesta inmune frente al covid. Han desarrollado una tecnología propia y patentada que permite a las células fabricar una especie de microesferas en las que se introducen los antígenos víricos.

Son parte de los cerca de 80 proyectos que se han iniciado en todo el mundo -entre ellos cinco españoles- para encontrar la ansiada vacuna. «Do que se trata é de afrontar o problema con distintas estratexias, e nós tamén queremos aportar a nosa, porque explorando distintas alternativas é como poderemos ter as mellores probabilidades para crear unha vacina», destaca Javier Montenegro.