El Gobierno recibe el apoyo de Cs a la prórroga del estado de alarma mientras sigue negociando con el PNV

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

SOCIEDAD

Moncloa

El partido de Arrimadas votará sí después de que el Ejecutivo haya aceptado varias de sus peticiones. Feijoo y Ayuso se abren a que se prorrogue el estado de alarma tras hablar con Carmen Calvo, pero no a mantenerlo «sine die»

05 may 2020 . Actualizado a las 21:56 h.

El Gobierno trabajaba contrarreloj para tratar de asegurarse una mayoría que le permita sacar adelante la prórroga del estado de alarma y, pocas horas antes de la votación, se ha asegurado un apoyo clave: el de Ciudadanos. El partido de Arrimadas ha anunciado que apoyará la prórroga del estado de alarma tras aceptar el Gobierno algunas de sus peticiones. «El Gobierno de España y Ciudadanos han alcanzado un acuerdo por el que ambas partes manifiestan la conveniencia de prolongar el actual Estado de Alarma para lograr vencer a la pandemia del coronavirus, así como a mantener las medidas de protección a los españoles en los ámbitos sanitario, económico y social más allá de la vigencia del Estado Alarma», ha indicado Moncloa en un comunicado.

Entre otras medidas, el Gobierno mantendrá contactos semanales con Ciudadanos «para informar sobre la crisis sanitaria», así como dialogar y, en su caso, consensuar medidas para la implementación del plan de desescalada. Igualmente, se han comprometido a mantener el diálogo para la adaptación de los ERTEs y las ayudas a Pymes y autónomos para que puedan adecuarse éstas «y el resto de las medidas de protección social a las necesidades que se produzcan más allá del Estado de Alarma».

El Gobierno necesita mayoría simple para sacar adelante la prórroga así que las miradas se dirigen ahora especialmente hacia el PNV, porque su voto afirmativo, unido al de Ciudadanos, al de los partidos del Gobierno y contando con abstenciones de algunos otros grupos (como por ejemplo el BNG, que ha confirmado su abstención) haría que la prórroga saliese adelante incluso aunque el PP acabase votando que no. 

Lo que pide el PNV para apoyar la prórroga 

El presidente del PNV, Andoni Ortuzar, señalaba este martes ante los medios de comunicación que «aún queda tiempo y es posible un acuerdo». Pedía «cintura política» reconociendo que estaban abiertos a apoyar el decreto del estado de alarma con la condición de que haya «un mando único compartido» para que haya una cogestión con las comunidades.

Horas después los nacionalistas vascos registraban en el Congreso las enmiendas que materializaban esa petición de una «desescalada entre todos». En el texto, el PNV exige que la relajación del confinamiento se decida de forma compartida entre el Gobierno y las comunidades, y que las medidas sean ejecutadas por el Ejecutivo autonómico. De lo que ocurra con esas enmiendas, que se votan hora y media antes, dependerá si el PNV apoya o no este miércoles la ampliación del estado de alarma.

El grupo vasco pide que las distintas medidas que se establezcan en cada una de las fases de transición sean acordadas «conjuntamente con cada comunidad autónoma», llevando así a la práctica la «cogobernanza de la crisis», y que sean «aplicadas por quien ostente la Presidencia de la comunidad autónoma, como representante ordinario del Estado en el territorio».

El PNV, que defiende celebrar en julio las elecciones vascas que se suspendieron en abril, también pide que «la vigencia del estado de alarma no suponga obstáculo alguno al desenvolvimiento y realización de las actuaciones electorales precisas para el desarrollo de elecciones convocadas a Parlamentos de comunidades autónomas».

Los nacionalistas vascos avisan de que «de la aceptación de estas propuestas» dependerá su voto a la cuarta prórroga del estado de alarma que solicita el Gobierno español.

«En las horas que restan, el PNV trabajará para lograr un acuerdo que permita la aprobación de estas enmiendas para lo que solicita al Ejecutivo central cintura política en la negociación que ambas delegaciones están manteniendo», añade el partido del lehendakari Iñigo Urkullu. 

Jornada de negociación frenética

Carmen Calvo ha estado durante toda la jornada contactando con todos los grupos políticos para tratar de alcanzar un consenso que les permita apoyar la prórroga. La vicepresidenta habló también con los presidentes autonómicos del PP para intentar que estos inclinen la posición del líder popular, Pablo Casado, hacia el apoyo al Gobierno, o al menos a la abstención.

Entre los que han sido contactados está el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, que en un mensaje en Twitter ha confirmado la llamada de Calvo. «Se lo agradezco pese a ser con hechos consumados», afirma Feijoo, que indica que coincide con el Ejecutivo en que «lo primero es la salud y no hay que dejar de actuar». El líder gallego se abre a que el estado de alarma pueda prolongarse por un tiempo, pero no a que se prolongue indefinidamente. «Todas las medidas pueden adaptarse sin prorrogar sine die el estado de alarma, por lo que el Gobierno debe tener un plan B (o C, de Constitución)», señala el presidente gallego, aunque añade que «otra cosa es que el Gobierno necesite tiempo para organizarse». Eso, según Feijoo, es «más entendible que las razones expuestas públicamente hasta ahora». Fuentes de la Xunta indicaron a La Voz que sería admisible que el estado de alarma se prolongase durante un tiempo, pero con la perspectiva de que sea utilizado para empezar a pensar en su derogación y en la forma de preparar una «cogobernanza» con las comunidades.    

La presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, afirmó también que el Gobierno debe acabar con el estado de alarma «lo antes posible» para que se reactive la economía, por lo que sugirió darle como mucho «los últimos quince días» para que la salida de la población se produzca «con las mejores garantías». Ayuso no ve grandes problemas en que la crisis se gestione sin un estado de alarma. «Todos los días hay atropellos y no por eso prohíbes los coches», señaló, al ser preguntada por si dormiría tranquila si decae la medida excepcional y todos los madrileños salen a la calle. Negó en todo caso que no prorrogar el estado de alarma lleve al caos, como asegura el Ejecutivo. «¿Qué se cree el Gobierno que ha ocurrido en España? Ya estamos en el caos. ¿Qué puede haber más caótico que las decenas de miles de muertos que tenemos sobre nuestras espaldas o la cifra de desempleados a la que nos estamos abocando por la caída del PIB?», indicó.

Illa: «No es momento de experimentos»

Aunque según el Gobierno se mantenían los contactos también con ERC, fuentes republicanas aseguraron que la decisión de la Ejecutiva del lunes fue muy clara, según Europa Press, y no va a cambiar: «Hemos avisado muchas veces los últimos días. El Gobierno español no está haciendo bien las cosas, pero, de nuevo, nada ha cambiado y no se han movido. Y ahora han iniciado una campaña de presión de última hora».

Los republicanos acusan a Sánchez de actuar como si tuviera «una mayoría absolutísima, de manera autoritaria y sin informar ni consensuar nada».

«Y ya hemos dicho basta. Se tienen que retomar de manera inmediata las competencias en Cataluña para que se pueda trabajar el desconfinamiento con la máxima eficacia y no se repitan los errores que se han dado en la primera fase de la pandemia. La recentralización ha sido un error», defienden las citadas fuentes.

Las negociaciones con los partidos pequeños, que cuentan con uno o dos escaños, pueden ser decisivas en la votación final si el PP acabara dando un no a la prórroga. Algo que en el PSOE consideran casi imposible, porque entienden que a lo más que podría llegar Casado es a la abstención.

El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha insistido tras el Consejo de Ministros en que «el estado de alarma es imprescindible para la etapa de desescalada» y «no hay alternativa posible», por lo que «no es momento de apostar por experimentos». «Hay que limitar la movilidad, que es el principal vector del contagio, hay que limitarla a las unidades territoriales que nosotros hemos puesto como referencia, la provincia o la isla», aunque las comunidades «pueden proponer otras», indicó.