Desaire de «länder», empresas y jueces a la estrategia de desescalada de Merkel

Mercedes Lodeiro REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Un hombre en una protesta en Berlín contra las restricciones, con una braga a modo de mascarilla y un cartel sobre la protección.
Un hombre en una protesta en Berlín contra las restricciones, con una braga a modo de mascarilla y un cartel sobre la protección. Hermann Bredehorst

Las regiones desdeñan la coordinación federal y cada una toma sus decisiones

05 may 2020 . Actualizado a las 09:30 h.

El objetivo de la canciller Angela Merkel de llevar una «estrategia coordinada» en todo el país para la desescalada y la reanudación de la actividad económica y social no es posible. Autoridades de los länder (similar a las comunidades autónomas españolas), empresarios y jueces han roto lo que tanto ansiaba la mandataria: la unidad en la respuesta al coronavirus.

Sorprendentemente, en estos momentos el hilo que une a Alemania es la reapertura de peluquerías en todo el territorio tras mes y medio cerradas. La docencia y la vuelta a la escuela es dispar. Unas regiones tienen clases desde hace una semana y otras no las han empezado. Con el comercio todavía hay más asimetrías. El acuerdo para que este lunes reabrieran las tiendas de hasta 800 metros cuadrados fue desoída. En los orientales estados de Turingia y Sajonia-Anhalt abrieron todo tipo de superficies comerciales. Lo mismo que en Renania-Palatinado, estado fronterizo con Francia.

La sensación de caos aumenta. Sajonia rompió la norma que prohíbe toda reunión de más de dos personas y la amplió a cinco. Lo mismo sucedió con las mascarillas, que son obligatorias en Baviera e innecesarias en Berlín.

El portavoz del Gobierno, Steffen Seibert, quiso justificar esta heterogeneidad diciendo que todos siguen «una ruta común, aunque con desviaciones regionales». O lo que es lo mismo, una especie de colcha de patchwork (cada parche, un estado federado).

Otros negocios, como guarderías, deportes (Bundesliga) y la hostelería, están pendientes de lo que el miércoles anuncie Merkel. Mientras, no pueden ni adaptar sus locales para la nueva normalidad. El Gobierno ya prevé la mayor recesión de su historia reciente, un 6,3 % del PIB.

Pero con la canciller, que gobierna el sexto país del mundo en contagios, también han chocado los togados. Aunque en Alemania en vez de ordenarse el confinamiento como en España solo se aconsejó y no se decretó estado de alarma, el Tribunal Constitucional respondió a demandas contra un veto al derecho a la manifestación, permitiendo protestas minoritarias, y levantando la prohibición al rezo colectivo.

El Instituto Robert Koch verificó hasta este lunes 163.175 contagios, 6.692 muertos y 132.700 recuperados.