Hay que buscar un equilibrio que sea lo menos lesivo posible

SOCIEDAD

Ángel Medina G.

06 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Estamos ante dos de los grandes conflictos éticos que se pueden dar en una situación como esta. Por un lado, cómo racionar recursos limitados y necesidades, algo inherente al concepto de catástrofe. Por otro, este donde se enfrentan dos valores: la salud pública, el bien común, frente a la libertad individual. En cualquier caso, debe ser prioridad evitar lesionar cualquiera de ellos y atender al principio de prima facie. Hay que buscar un ecuador, porque cumplir con uno irá en detrimento del otro. Este tipo de medidas atentan contra la libertad y el principio de autonomía del individuo, pero frente a eso se encuentra el de preservar la vida y la salud. Ejemplo parecido de una medida en esta dirección es cuando se hospitaliza a un paciente en contra de su voluntad, pero por su propio beneficio y porque no tiene plenas facultades de decisión. Se trata del bien común. También hay que asumir que se trata de situaciones limitadas en el tiempo y lo más restringidas posible en su aplicación. Hay que explicar bien a la ciudadanía que el objetivo es preservar la salud colectiva y saber que es complicado mantenerlas en el tiempo. Estos debates están a la orden del día, como cuando se instauraron las cámaras de vigilancia. Cuando alguien realizó una pintada en la catedral de Santiago, ya hubo que poner los valores sobre la balanza. O si nos preguntamos si la policía debe tener un archivo genético de todos para localizar muestras biológicas en caso de delito contra la libertad sexual. No deja de ser una vigilancia al estilo 1984 de Orwell, pero parece lógico que una persona tenga derecho a una investigación eficaz en este aspecto.

No puedo dar soluciones ahora, pero sé que hay que huir de los extremos. En estos momentos, podría estar justificado, pero hay que explicarlo bien, no imponerlo y como medidas transitorias. La ética y la ley deberían caminar paralelas y no siempre sucede.

Rosendo Bugarín es médico de familia y máster en Bioética