La Asociación para a Defensa do Patrimonio Galego denuncia talas injustificadas. «Algunos árboles que se están cortando son centenarios», lamenta.
04 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Si hay un color que define a Galicia es el verde. Sin embargo, en muchos espacios urbanos cada vez cuesta más encontrarlo. «En A Coruña, Lugo y Pontevedra se pueden recorrer varios kilómetros sin encontrarte con un solo árbol. El estándar europeo mínimo considera que debe haber al menos cinco metros cuadrados de zona verde por cada habitante. En A Coruña y Vigo no se alcanza ese mínimo, mientras que Santiago o localidades como Oleiros triplican la cifra», reconoce Carlos Henríquez Fernández Coto, presidente de la Asociación para a Defensa do Patrimonio Galego (Apatrigal) y de Hispania Nostra. «Hay tener en cuenta además que no todos los verdes son iguales. El eucalipto, por ejemplo, representa más un problema que una solución, sobre todo en la propagación de los incendios», añade Coto.
Apatigral lleva años denunciado que en algunas urbes y localidades gallegas se están llevando a cabo talas de manera injustificada. «En Xinzo de Limia se quería retirar la estructura de los árboles que hay en la avenida de Celanova. Al menos en este caso conseguimos detener la tala», confiesa. «No hemos tenido tanta suerte en otros sitios como en Vigo, donde el proyecto de remodelación de Gran Vía implica tirar los árboles para colocar pasarelas mecánicas. En la carretera de Friol a Palas de Rei se prevé ampliar la calzada a ocho metros innecesariamente porque no hay tráfico, cortando los árboles de ribera de la Reserva de la Biosfera. Nosotros promovemos el mantenimiento y protección de las actuaciones urbanísticas y de ordenación del territorio defendiendo la presencia del árbol» apunta Coto.
La Asociación ha solicitado a la Real Academia Galega que incluya en su diccionario los términos arboricidio para definir la «acción de tallar ou cortar árbores ou conxuntos de árbores sen motivo xustificado de saúde ou de utilidade pública e interese social» y arboricida como «a persoa que comete un arboricidio, sexa particular ou unha autoridade pública ou organismo oficial». «El diccionario de la Real Academia Española ya incorpora estos dos conceptos, pero el gallego no y por ello hemos decidido realizar la petición», comenta Fernández Coto. Esta iniciativa pretende aumentar la concienciación de los gallegos sobre la necesidad de preservar el patrimonio natural. «Algunos árboles que se están cortando son centenarios», lamenta.