«Non se pode baixar a garda. Se das negativo aínda es vulnerable»

Pablo Varela Varela
pablo varela OURENSE / LA VOZ

SOCIEDAD

Santi M. Amil

Los test en los centros de salud de la ciudad de Ourense dejan por ahora solo dos positivos

01 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El bajo número de positivos registrados hasta el momento en el estudio epidemiológico de la Xunta que implica a los centros de salud de la provincia mantiene alerta a los profesionales sanitarios ourensanos. En A Ponte, Valle Inclán y A Cuña, con los cupos de test a pacientes más elevados en la ciudad, apenas se han detectado dos en el segundo.

«Quedan algo máis de 200 test por facer. Pero o importante é sinalar que isto non é exactamente unha proba diagnóstica, porque para iso habería que facer un conxunto de varios test», indica Álvaro Carrera, enfermero en Valle Inclán y presidente de la Asociación Galega de Enfermaría Familiar e Comunitaria (Agefec).

Mientras en Valle Inclán se acercan paulatinamente a los 600 test marcados por Sanidade, en A Ponte van por los 550, del total de 731 que se les asignó. Juan Fernández, el coordinador de servicio en el centro de salud, mantiene su confianza en los dispositivos y recalca que han sido avalados por el Instituto de Salud Carlos III, de Madrid. «Me parece que son perfectos, pero son un estudio de seroprevalencia y es bueno matizarlo», indica. Fernández alude también a la importancia de no confiarse por recibir el resultado del test como negativo, porque esto ha generado confusión entre parte de la población. «Esto, lo que podría querer decir es que el virus no ha circulado por Ourense, como parece que pasa en general en Galicia, pero hay que estar atentos por si hubiese un segundo brote».

La desconfianza hacia el test

En el centro de salud de A Cuña, Xosé Manuel Pérez Bouza es uno de los enfermeros que realiza las pruebas desde el lunes. Hasta ahora llevan realizados más de 400 test, una media de 100 al día. De momento, sin positivos por coronavirus. Esta circunstancia, a su juicio, tiene doble filo. «Pode que o virus non circulase pola provincia, o que querería dicir que non todos están inmunizados e que o 99 % da poboación non tería anticorpos», explica. Lo ideal, según explica, es que justamente se hubiese pasado por el proceso para estar adaptado y preparado contra la patología en caso de una segunda oleada. De hecho, miran de reojo el otoño y la coincidencia con la gripe estacional.

«Se facemos caso destes datos, aquí o que se demostraría é que houbo tres grandes focos: os casos de usuarios e traballadores nas residencias de maiores, os sanitarios e algúns familiares que viñeron ou foron a Madrid antes do estado de alarma», estima Pérez Bouza.

El funcionamiento del test, que tantas dudas generó en los últimos días por los datos iniciales, deja un panorama mixto entre los sanitarios de la provincia. «Eu non son experto nisto, pero entendo que tería que confiar nestes test e no seu certificado. O que pasa é que a todos lles estraña que a cifra de positivos sexa tan baixa», explica Pérez Bouza.

Álvaro Carrera, desde Valle Inclán, pide «mesura» a la hora de evaluarlos. «Neste momento estamos nunha situación caótica e con moitos bulos. Hai poucos positivos e pode ser normal porque falamos dunha selección aleatoria, pero temos que extremar as medidas de vixilancia porque o da inmunidade é algo que se presupón. Pero do virus aínda non se saben moitas cousas», avisa. Y agrega: «Non se pode baixar de repente a garda. Se deches negativo iso significa que aínda es vulnerable».

La confusión con los negativos, una advertencia para no relajarse de cara a la desescalada

El desconcierto de algunos pacientes con el funcionamiento de los test ha llevado a los profesionales de los centros de salud a advertir sobre una hipotética relajación individual de cara al plan de desescalada marcado por el Gobierno.

Desde el de Valle Inclán, por ejemplo, abogan por mantener una vigilancia sobre los positivos y su entorno próximo. «O que é importante é o estudio de casos e os seus contactos. Se eu presentei síntomas e din positivo, teremos que poñernos a facer un seguimento de todo o meu núcleo de proximidade», explica Álvaro Carrera, enfermero. Es decir, estrechar el cerco sobre los que sí están bajo los efectos de la enfermedad para evitar que el brote se disperse. «Debemos actuar con serenidade. Pero ollo, porque basta que saia unha persoa dese brote para reabrilo. Non podemos relaxarnos. Da mesma forma que cando lle da a unha persoa un infarto na rúa se actúa de forma precoz, aquí hai que intervir por precaución», indica.

De la misma forma que avisa de no dejarse llevar por una bajada de los casos activos, Xosé Manuel Pérez Bouza, de A Cuña, insta a tampoco perder la perspectiva. «Aínda que 1.500 casos poden parecer unha barbaridade, na provincia somos 300.000 persoas», recuenta. Pero además de un mensaje de cordura, también deja un aviso para los próximos meses: «Hai moito que facer, de estatística e resultados. Se houbese outro brote en outubro, a solución non pode ser ir para casa tres meses máis. Ata agora funcionou porque non colapsou o sistema, pero debemos ollar os grupos de idade e de risco».