Los constructores lucenses piden rebajas fiscales en vez de subvenciones

La Voz LUGO

SOCIEDAD

Obreros trabajando en Lugo el pasado 13 de abril tras casi dos semanas de parada obligda por el estado de alarma
Obreros trabajando en Lugo el pasado 13 de abril tras casi dos semanas de parada obligda por el estado de alarma ALBERTO LÓPEZ

Proponen bajadas de impuestos y tasas y agilizar contrataciones y planes generales

03 may 2020 . Actualizado a las 18:44 h.

La Asociación Provincial de Empresarios de la Construcción (APEC) ha presentado a los concellos de la provincia de Lugo una serie de ocho propuestas para afrontar la crisis que ya sufre el sector con motivo del covid-19. Las peticiones se basa más en una rebaja fiscal, de diferentes tipos de tasas, que en ayudas o subvenciones directas.

En primer lugar, proponen que la bonificación del impuesto de bienes inmuebles a los promotores prevista por el Texto Refundido de Haciendas Locales se prorrogue un ejercicio más. «Es evidente que van a retrasarse las decisiones de compra y que los inmuebles tardarán más en ser vendidos», explican.

En segundo lugar proponen una rebaja del tipo impositivo del Impuesto de Construcciones del 50 % durante los dos próximos ejercicios y lo que resta del presente. « Su finalidad es la de atraer inversión y anticipar las decisiones de inversión», señalan los constructores lucenses.

La tercera de las propuestas lanzadas a los concellos lucenses pasa por la supresión de la autoliquidación del Impuesto de Construcciones, posponiendo su devengo al momento del despacho de la licencia. «Esto implicaría que el empresario pueda contar con el aproximadamente 4 % del presupuesto sin necesidad de recurrir a líneas de crédito durante el año o año y medio que tarda la tramitación de los permisos», indican.

La cuarta propuesta pasa por una rebaja del tipo impositivo del Impuesto sobre el Incremento de Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana durante dos ejercicios y lo que resta del presente. «La conocida como plusvalía supone un desembolso importante para el vendedor y en la medida que se rebaje la presión fiscal por tal concepto se producirá un traslado al precio».

En quinto lugar, la APEC quiere una reducción de las tasas por aprovechamiento de la vía pública en un 50 % durante los dos próximos ejercicios y lo que resta del presente. « La ocupación con grúas, andamios y vallas supone un capítulo importante en las obras y tiene un coste fiscal muy elevado». Consideran que en la medida que se calculan sobre el valor de la utilidad «no es descabellado entender que este ha descendido como consecuencia de la crisis».

La sexta propuesta de los constructores lucense supone el impulso de la tramitación de aperturas y actividades a través de las Empresas Colaboradoras Urbanísticas. En Madrid, indican, se tramitan así el 70 % de los expedientes. Afirman que su consecuencia inmediata sería la descarga de trabajo de los departamentos de arquitectura municipales, «que podrían así aplicar un mayor esfuerzo a los expedientes de obra ordinarios».

La séptima propuesta es la agilización de los procedimientos de licitación y la convocatoria inmediata de las obras por invitación previstas «con la finalidad de asegurar una mínima carga de trabajo en las empresas del sector».

Y en octavo lugar, proponen un mayor impulso de los planeamientos en trámite «en la medida que existen oportunidades de inversión que permanecen a la espera de la aprobación de los planes generales».

El ejemplo de Lugo

Los constructores, en su propuesta, hablan del ejemplo del municipio de Lugo, el motor económico y social de la provincia, con casi un tercio de la población censada. «El Ayuntamiento nos cuenta con un remanente de tesorería que supera los 50 millones de euros y la previsión de ingresos por diferentes tipos de impuestos es de algo más de 2,6 millones de euros (Impuesto Construcciones, 1.295.800 €; Tasas Licencias, 660.517 €; Tasas 1 ª ocupación, 454.636 €; y Tasas ocupación vía pública, 619.744 €). «Es decir, la rebaja propuesta apenas supera un millón trescientos mil euros. Con más de cincuenta en caja no parece descabellado. Con la circunstancia añadida de que si no existe un estímulo, difícilmente se animará la inversión», defiende los constructores lucenses.