«Hay mujeres que querrían tener contacto con sus bebés y no se les está permitiendo»

Bea Costa
bea costa VILAGARCÍA / LA VOZ

SOCIEDAD

MARTINA MISER

Susana Iglesias, matrona en el Hospital do Salnés, advierte que muchas futuras madres están asustadas ante el coronavirus

29 abr 2020 . Actualizado a las 22:00 h.

El covid-19 lo copa todo, pero la sanidad pública tiene otros frentes que atender también en estos tiempos. La vida sigue abriéndose camino pese a las dificultades y prueba de ello son los 47 niños que han venido al mundo en el Hospital do Salnés desde que empezó el estado de alarma hasta el pasado martes. Susana Iglesias ha asistido en calidad de matrona a algunos de estos partos y vela porque las condiciones para las mujeres embarazadas se vean alteradas lo menos posible.

-Pero los cambios son inevitables...

-Se ha reducido el número de consultas y muchas se hacen por teléfono para evitar la exposición de las mujeres. Además, ahora se les pide que vengan a la consulta sin acompañante, lo que para ellas puede ser doloroso, porque el embarazo es, casi siempre, cosa de dos, y esto les impide compartir momentos muy ilusionantes. En cuanto al parto, en el Hospital do Salnés, la mujer sana sí que puede estar acompañada, lo que no ocurre en todos los hospitales, por desgracia. Nosotros creemos que el acompañamiento es clave, tiene muchos beneficios, lo dice la ciencia, lo que sí pedimos al acompañante es que evite entradas y salidas, lo cual puede ser duro porque un parto dura de media entre doce y quince horas.

-¿Qué protocolos aplican?

-Lo que se recomienda a la población en general: el uso de mascarillas, lavado de manos, distanciamiento... Y nosotros, como sanitarios, tomamos una serie de precauciones. Si se diera el caso de que hay una mujer con coronavirus (en O Salnés no ocurrió a día de hoy) los protocolos son mucho más estrictos y se requiere el uso de equipos de protección individual (EPI), lo cual lo hace todo más laborioso.

-Llama la atención que en unos centros se deje pasar a un acompañante al parto y en otros no. ¿A qué se debe esta disparidad de criterios?

-Al principio, las sociedades científicas emitieron indicaciones contradictorias y no estaban claros los protocolos para las mujeres embarazadas que podían estar enfermas, de modo que cada servicio creó sus propios protocolos. En algunos hospitales no se respetan los derechos de las mujeres en el parto, lo cual generó conflictos y denuncias.

-¿En caso de un positivo, podría infectarse al bebé?

-De la enfermedad se sabe muy poco, pero la ciencia dice que no hay transmisión vertical. Es decir, la madre solo podría contagiar después del parto, por contacto directo. Y está ocurriendo que hay mujeres que querrían tener contacto con su bebe y, pese a las recomendaciones de la OMS en este sentido, no se les está permitiendo.

-¿Cómo están afrontando las futuras mamás esta crisis?

-Con mucho miedo, están muy asustadas. Hay que tener en cuenta que están confinadas, no han tenido una situación tan saludable como la que había antes, y aunque la ciencia dice que el coronavirus no afecta al bebé, muchas dicen aquello de ‘y si...’, y están muy preocupadas. Desde la semana pasada empezamos a realizar por vídeo conferencia las charlas grupales que hacíamos antes cada quince días y la iniciativa a sido muy bien recibida, están muy contentas.

-¿Y los profesionales, como lo llevan?

-Yo, personalmente, bien, con la sensación de que hay que ser precavidos, por nosotros y por no contagiar a otras personas. En general, entre los sanitarios, sí que hay una sensación de preocupación por si los protocolos que se siguen no son los más seguros. Hemos estado usando mascarillas que no eran eficaces, no sabemos hasta que punto son fiables los test y, mientras en muchas empresas se les hacen test a los trabajadores, parece que con nosotros no hay interés por saber si estamos o no infectados. Hay un ambiente de tensión, de mucho malestar y mucho estrés y miedo, aunque también hay muchas ganas de aportar y de ayudar. El personal se siente más reconocido que nunca y se alegra de que la población se haya dado cuenta de que existimos y de que cuando nos quejábamos por los recortes no lo decíamos por vicio. Es clave tener un servicio de salud gratuito y de calidad.