Feijoo sobre la desescalada: «Es confusa, discrecional y hay serias lagunas de eficacia y utilidad»
SOCIEDAD
Solo ve «luces» en su aplicación gradual, pero critica su escasa concreción, que se use la referencia provincial y la escasa atención a las demandas de las comunidades
29 abr 2020 . Actualizado a las 18:44 h.Primero el jabón, en una dosis muy contenida, y después, palo tras palo, o críticas que espera poder mitigar en los próximos días si el Gobierno se abre a las sugerencias externas. El presidente de la Xunta se ha tomado 17 horas para analizar el plan de desescalada presentado en la noche del martes por Pedro Sánchez, y la conclusión es que ve «algunas luces y muchas sombras». Los destellos los despachó rápido: al titular de la Xunta le parece acertado que el Gobierno de España haya escogido una desescalada gradual con tramos de dos semanas, o que se haya planteado la posibilidad de algunos negocios puedan trabajar con clientes y citas previas. Y también aprueba que el tránsito hacia la llamada nueva normalidad sea asimétrico por territorios. Y hasta ahí la complacencia, relativa en la medida en que acabó apuntando que esas fueron propuestas realizadas por los presidentes autonómicos, algunas por Galicia.
Pero al titular de la Xunta no le parece que Sánchez haya tenido una especial atención al resto de medidas que plantearon las comunidades. Y en concreto a una de la Xunta que, según el dirigente gallego, tuvo eco en otros territorios, como es que la referencia administrativa para abordar la desescalada sea provincial y sin tener en cuenta las áreas sanitarias. Entiende Feijoo que España se está desmarcando de las pautas que están fijando otros países europeos del entorno, además de aportar información sin concreción que confía en que se pueda corregir en los próximos días, antes de que el plan llegue al Congreso. «Es confusa, discrecional y hay serias lagunas de eficacia y utilidad», resumió tras una introducción genérica a la que siguieron varios ejemplos concretos, tanto en su exposición como en la ronda de preguntas de los medios en una comparecencia cuya finalidad exclusiva era analizar en público el documento gubernamental.
Criterios sanitarios
Para el presidente gallego es especialmente preocupante que los criterios «de corte» entre unas fases y otras no hayan sido revelados, lo que impide conocer la dinámica para autorizar los siguientes pasos y no depender de la interpretación que haga el Gobierno. Le inquieta también que en el plan no se le otorgue ningún valor a los test epidemiológicos que se están realizando a nivel español y gallego, y, sobre todo, cargó contra un plan que cree que se ha diseñado en clave urbana y que no tiene en cuenta las circunstancias del rural, claramente con menos afectados, como indican los primeros test del estudio del Sergas. En este punto insistió en que, para Galicia, sería mucho más coherente que los gallegos se pudiesen mover por provincias que estuviesen en la misma situación sanitaria o con los mismos indicadores, y advirtió que un 10 % de la población vive en municipios limítrofes que tienen muy superada una división administrativa diseñada en 1833. «No tiene sentido que un vecino de Padrón pueda ir a Ortigueira y que no le dejen pasar a Pontecesures», comentó a modo de ejemplo.
Y puso más normas en solfa, porque tampoco ve coherente que dos familiares se puedan encontrar en una terraza y no en la vivienda de uno de ellos; o que se permita la apertura de hoteles estando prohibida la movilidad entre provincias; o, recuperando el discurso sanitario, que tampoco sea un indicador la capacidad que tengan las urgencias y los servicios de emergencia y que solo se valoren las ucis y la atención primaria; o que se utilice como referencia para el tramo de edad de los adultos los 65 años, y no los 69 que ve más adecuados el comité técnico del Sergas. «Hay un sinfín de microrrealidades que merecen respuesta», comentó antes de concluir que para este plan de desescalada no es necesario recurrir al estado de alarma, ya que «hay otras fórmulas legales».
La valoración de Illa
El ministro de Sanidad respondía este miércoles a las quejas de Feijoo: «La Xunta tiene un planteamiento distinto y vamos a estudiarlo. Si cumple con los requisitos lo tomaremos en consideración. Todo lo que sea enriquecer el plan para la desescalada será bienvenido. El mecanismo concreto para la valoración de si procede cambiar de fase llegará en una orden de procedimiento, que indicará los aspectos que presidirán la toma de decisiones».
Las elecciones siguen sin estar en la agenda
El presidente gallego volvió a insistir en el turno de preguntas de los medios que las elecciones autonómicas siguen sin estar en la agenda de su Gobierno, aunque reconoció que cada día que pasa se va agotando una legislatura que tiene como horizonte el mes de octubre del 2020, y los márgenes para convocar en julio, como sugirió el lendakari Urkullu, se van estrechando. Pero para ello hace falta una situación sanitaria y social que no se da. «No podemos hablar de normalidad cuando estamos insistiendo en ampliar estado de alarma», afirmó. Feijoo también tuvo que defender la política de contratación de la Xunta durante la pandemia -mil contratos nuevos en Sanidade, argumentó-; el trabajo de transparencia del Sergas, ofreciendo todos los datos a Sanidad «desde el primer día»; y anunció que la próxima semana comparecerá en el Parlamento, tal como le reclama la oposición, a la que reunirá antes de pronunciarse sobre la cita electoral. Precisamente, reprochó a Sánchez que presente un plan de esta dimensión en una rueda de prensa en Moncloa, mientras que Macron lo hizo en el Parlamento francés. Feijoo achaca esta decisión a la nula intención de fondo para buscar pactos con el principal partido de la oposición, y sugirió que Sánchez está evitando este encuentro con el PP por no poder defenderlo ante los socios que le sostienen en el Congreso.