«A mí, el coronavirus me ha metido en Internet»

Rosa Estévez
rosa estévez O GROVE / LA VOZ

SOCIEDAD

cedida

La crisis sanitaria ha obligado a muchas personas a ponerse al día con el uso de nuevas herramientas

28 abr 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Del manejo de las nuevas tecnologías sabía Marisa, hace mes y medio, lo justo y necesario. «Hacer búsquedas en Internet y manejar algunas cosas en el móvil. Y hasta ahí», relata. Como tantas otras personas. «Yo soy de una generación que no nació con un ordenador bajo el brazo, y la verdad es que nunca me interesó demasiado el mundo de la informática y las nuevas tecnologías», explica. En sus 49 años de vida no las había necesitado para gran cosa. Pero entonces llegó la crisis sanitaria, y el Obradoiro de Emprego de Hostelería en el que participaba tuvo que interrumpir sus clases presenciales. La única opción que le quedaba para poder mantenerse al día en sus estudios era engancharse, sin entrenamiento previo, al uso de una serie de programas y herramientas de los que no sabía ni el nombre. Afortunadamente, Marisa es una mujer de recursos. «Entre el apoyo que me dio el personal del Obradoiro, que nos explicaron las bases para usar varios programas, y la ayuda de mi hija, lo voy sacando», dice. Y lo va consiguiendo. «No soy una maestra, ni mucho menos, pero me empiezo a defender; a mí el coronavirus me ha metido en Internet», señala esta ourensana que se afincó en O Grove hace tanto tiempo que ya se siente una meca más.

«Estoy orgullosa de estar formándome en el Obradoiro. Llevaba muchos años queriendo formarme en hostelería, y cuando lo había conseguido pasa todo esto», dice Marisa. Pero como no estaba dispuesta a renunciar a un curso «en el que estoy aprendiendo mucho, que me está abriendo la mente en muchos aspectos», se peleó con la tecnología hasta cogerle el tranquillo al Skype y «a otros programas en los que nos van introduciendo los profesores poco a poco». El esfuerzo tiene su recompensa. «No es lo mismo una clase presencial que una por Skype, pero por lo menos les ves la cara a tus compañeros y es todo más llevadero», relata.

Marisa tiene claro que, cuando todo esto pase, no dejará de lado de nuevo la tecnología. «No es una cuestión ni de edad ni de ninguna otra cosa. Es que nunca me había preocupado por aprender, pero he descubierto que hay muchas posibilidades. Y me encanta», confiesa.