La cumpleañera, que vive en la Casa de Maiores Penarrubia, no daba crédito y explica que se quedó «flipada» con la llamada
29 abr 2020 . Actualizado a las 10:49 h.-Hola, Maite, soy Luz Casal.
-Sí, claro. Y yo soy María Callas, la cantante de ópera.
María del Carmen Pereira es lucense de nacimiento y vive en la Casa de Maiores Penarrubia, un pequeño paraíso en el que viven seis mayores de entre 75 y 96 años y al que, por suerte, no ha llegado el coronavirus. El domingo cumplió 83 años y recibió una felicitación muy especial: Luz Casal la llamó por teléfono. Al principio, pensó que se trataba de una broma radiofónica, pero al cabo de unos segundos se dio cuenta de que en verdad era ella «por la voz tan especial que tiene», cuenta María del Carmen, que también le explicó a la cantante que su canción favorita es Negra Sombra, los versos que recogió Rosalía en sus Follas Novas a los que después pusieron voz cantantes como Luz. «Me quedé flipada, te puedes imaginar», cuenta esta mujer. Con Luz, María mantuvo un buen rato de conversación.
Como agradecimiento, Jesús y María del Carmen elaboraron un cartel de agradecimiento para la cantante y, para así darle las gracias por el gesto tan bonito que tuvo. Además, se lo hicieron llegar.
Por el confinamiento, María del Carmen no puede ver a unos amigos suyos que son familia, porque los conoce desde que eran pequeños, y eso le duele. «Pero estoy en una casa de madera preciosa y rodeada de cristales. Tengo un pasillo inmenso dentro, por lo que incluso cuando llueve, puedo caminar más de un kilómetro y medio y veo todos los árboles a mi alrededor, a través de las ventanas», explica esta lucense. La primavera aún no ha llegado para muchos, pero María del Carmen tiene la suerte de vivir en un entorno natural en el que, sin apenas tener que caminar, puede ver cómo crecen las flores.
Cumplió 83, pero ella se siente muy bien. Su consejo de veterana para los lectores es que no pierdan el ánimo y que intenten hacerlo lo mejor posible para «salir adelante». De los políticos, espera que se den cuenta de lo mal que lo está pasando la gente, de la importancia de la sanidad pública y que se hagan cargo de los problemas de los ciudadanos. A esta lucense, la vida le ha enseñado a ser «una persona humana» y a pensar «en los demás». Se considera afortunada, porque cuenta que siempre ha estado rodeada de personas muy especiales.
Una residencia con vistas al paraíso
Esta residencia es un proyecto que nació en octubre del año 2018 y que llevan tres hermanas, Eva, Ángeles y Mercedes. Jesús Núñez es el hijo de la más mayor, de Ángeles. Está al frente de la cocina y él ha sido el que ha decidido moverse a través de las redes sociales para conseguir esa felicitación de Luz. A Jesús, su abuelo le decía que el secreto de la longevidad está en ayudar y en ser ayudados. De él, este joven ha aprendido que a veces es necesario parar y tener buenos gestos y buenas palabras con las personas que le rodean
«Cuando llevábamos un mes, la señora más mayor que vive aquí me decía que no era una persona de expresar sus emociones llorando, pero que cuando vuelva a ver a su familia, que llorará», cuenta emocionado Jesús, que también explica que de esta pandemia debemos aprender a cuidar y visitar más a los familiares que viven en residencias o centros de mayores.
Ante la amenaza del coronavirus, en esta casa de mayores se han tomado algunas precauciones incluso antes de que se decretase el confinamiento. «Las semanas previas ya hacíamos algunas recomendaciones a los familiares y les decíamos que, si era posible, hablasen con ellos por teléfono», explica Jesús.