La hostelería gallega clama contra la incertidumbre generada por Sánchez

SOCIEDAD

ALBERTO LÓPEZ

«Es inviable económicamente y no está claro el protocolo sanitario», lamentan

29 abr 2020 . Actualizado a las 05:10 h.

El pueblo clama a favor de la hostelería y la hostelería clama al cielo, después de la incertidumbre generada por la comparecencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Según lo explicado, el regreso de los negocios del sector sería en la fase cero con la apertura de restaurantes con servicio de comida para llevar a domicilio, sin consumo en local y con la máxima protección, en la fase 1 del 11 de mayo, con la apertura de terrazas en la restauración con una limitación de la ocupación del 30 % incluyendo hoteles y alojamientos turísticos pero excluyendo sus zonas comunes y con determinadas restricciones fijadas por Sanidad; en la fase 2, con la apertura del espacio interior de locales de restauración, con un tercio de aforo y solo para el servicio de mesas y en la fase 3 en restauración se suavizarán algo más las limitaciones de aforo y ocupación, pero siempre bajo estrictas condiciones de separación. El ocio nocturno (pubs y discotecas) quedaría fuera de toda esta regulación hasta la última fase y se estima que abra con un tercio de su aforo, cuando el Gobierno lo autorice.

La reacción de Hostelería de España, organización empresarial que representa a los restaurantes, bares, cafeterías y pubs, no se hizo esperar y reclamó al Gobierno «medidas laborales, fiscales y sanitarias o el cierre de establecimientos podría ascender al 30 %, o sea, unos 85.000».

El presidente de los empresarios de hostelería de A Coruña y vicepresidente del Clúster Turismo de Galicia, Héctor Cañete avanza: «Toda España está asustada. No se ha mencionado ni una sola medida referente a los ERTE y es lo primero que necesitamos saber, porque nadie abrirá con esas condiciones, nadie puede asumir comenzar abriendo solo con un tercio de la terraza pero afrontando todos los gastos».

«En Galicia es insostenible. Quizás en algún local puntual del sur de España, con mucha terraza, como un chiringuito de playa, pero no en el prototipo de restaurante bar de calle de vinos en Galicia, con apenas un par de mesas en la calle», describe. «No parece serio que ofrezca una información de esta índole de esta manera. Genera incertidumbre y desconcierta. No es viable. Ha desinformado. Estamos más preocupados que antes. Es el caos total», concluye.

El presidente de la Asociación Empresarial de Hospedaje de A Coruña, Richard Huerta, añade: «Hay muchos vacíos, pero nunca fueron capaces de no modificar las medidas que han ido anunciando». «De todos modos, no deja de ser una buena noticia, para los trabajadores, para los empresarios y para la población en general. Hay que ver lo que finalmente publica el BOE sobre los ERTE y la movilidad entre provincias, porque si no se reactiva la actividad laboral, no tiene sentido reabrir los hoteles», describe.

«Debemos transmitir confianza y seguridad, proteger a los clientes y a los trabajadores, pero no podemos convertir los hoteles en hospitales. No lo somos. Hay que tomar las medidas y usar las herramientas adecuadas, porque, si son desproporcionadas, la sensación para el cliente puede ser muy desagradable», abunda.

«Si se debe abrir con aforo reducido, la estructura profesional que se necesita es proporcional y eso se vincula directamente a los ERTE. Eso también hay que aclararlo, porque abrir con la misma estructura de personal y esas medidas es estar muertos», zanja.

David Díaz, propietario de la cervecería restaurante de comida informal The Black Dog Tavern, asegura: «Es inviable. Los locales de hostelería están pensados para maximizar el rendimiento. Todo lo demás depende de las cuentas. Sin terraza ni barra y con un tercio de las mesas, ni la comida para llevar es una solución de viabilidad económica». La asociación Lume Atlántico insiste en esta apreciación: «Lo valoramos positivamente siempre y cuando las fases vengan acompañadas de medidas de apoyo económicas y laborales. Y surgen dudas con las terrazas en la fase 2».

Luis Veira, chef de Árbore da Veira (con una estrella Michelin), lo tiene claro: «En nuestro local anterior, con espacio reducido y catorce empleados, hubiese tenido que cerrar. Esto obligará a redefinir muchos negocios. En mi local actual con capacidad para 100 personas y sala de eventos para 600, intentaré sobrevivir con normalidad con un tercio del aforo o implementando un restaurante clásico».

El sector MICE (hostelería de eventos, congresos y negocios) queda en el limbo, según el análisis de Taky, jefe de cocina de Boketé catering. «Todos tenemos la intención de mantener los equipos de trabajo que hemos tardado años en configurar, pero si no se aclaran las medidas hay que tener en cuenta la bajada de facturación, el aumento del gasto sanitario y la contención de precios por la crisis», detalla. «Estamos en el limbo tras esta comparecencia. ¿Qué pasa con los grandes eventos bajo techo? ¿Cócteles, bodas y cenas de empresa? ¿Qué pasa con el plato de jamón o los canapés para compartir?», se pregunta, antes de apuntar hacia el futuro de congresos médicos y ferias de alimentación, ejemplos muy vinculados a su línea de negocio. «Como en muchos otros sectores, no se puede hablar de desescalada bajo el único epígrafe de ‘hostelería’. Hay que concretar, porque podemos encontrarnos también con el futuro rechazo inconsciente de la clientela, siempre contando con que siga teniendo posibilidades económicas para gasto en hostelería», concluye.