José Manuel Mira, informático del CHUO, felicitó los 100 años a una paciente de la unidad residencial intermedia de Piñor el pasado domingo
29 abr 2020 . Actualizado a las 15:28 h.El pasado domingo, en la unidad residencial intermedia de Piñor, María López cumplía un siglo de vida y lo hacía en soledad. Su familia está en Canadá y, para amortiguar esta circunstancia, los sanitarios orquestaron una celebración de cumpleaños que implicó a José Manuel Mira, informático del hospital de 50 años. Habitualmente, sus dedos caen sobre el teclado. Esta vez, se deslizaban sobre los orificios de una gaita, su pasión en los ratos libres.
Mira, miembro de la Asociación Ourensá de Folclore Tradicional, recibió el aviso de Belén Piñeiro, jefa del servicio de Atención al Paciente del CHUO, tras una reunión con la agrupación de médicos jubilados de la provincia que encabeza José Quiroga. «Supimos entonces que había una persona en Piñor a punto de ser centenaria. Y María no es familiar mía, pero hubo quien pensó que me había acercado a tocarle la gaita a mi abuela», bromea José Manuel.
Su profesión suele jugar a diario con el código y las cifras, pero Mira avisa de que no es un momento para mirar únicamente los números. «Hay cosas que no se miden, como la satisfacción. Y yo fui encantado a hacer esto, lo repetiría cien veces si es preciso. Además, tiene mucho más mérito el personal que está en Piñor y salió al balcón con María, bailando», cuenta. José Manuel también pide que se tenga en cuenta a los facultativos retirados cuando esto acabe: «Surgió ahora, pero espero que dure. Ellos aportan humanización».