La dispersión poblacional es un freno para el covid-19 en la Costa da Morte

Antonio Longueira Vidal
Toni Longueira CARBALLO / LA VOZ

SOCIEDAD

Ana Garcia

El hospital Virxe da Xunqueira ya lleva dos días sin ingresados por coronavirus

21 may 2020 . Actualizado a las 19:58 h.

La Costa da Morte es, en términos meramente estadísticos, una comarca en la que la incidencia del covid-19 está siendo, por suerte y hasta la fecha, menor al de otras con similares dimensiones poblacionales. Es cierto que en los 16 concellos de la zona (incluido Cerceda) tienen, al menos, un positivo confirmado, y que la cifra de afectados contabilizados ronda los 170 y la de fallecidos, los 20, según los datos oficiosos, que no oficiales, toda vez que Sanidade no aporta información sobre positivos por concellos y comarcas.

Pero estos datos, que no dejan de ser fríos números y que detrás de cada caso se puede esconder un verdadero drama personal y social por el estigma y el rechazo que genera la enfermedad, no dejan de ser positivos en términos globales.

Un dato que confirma esta tendencia es que el hospital Virxe de Xunqueira de Cee, registró en la jornada de ayer, y por segundo día consecutivo, cero pacientes ingresados en planta. De estos números se deducen dos cosas: la primera, que el pico de la pandemia parece haber quedado atrás (el 2 de abril había 14 pacientes en planta, ver tabla anexa); y segundo, que son las mejores cifras desde el 19 de marzo cuando desde el área sanitaria de A Coruña e Cee registró el primer paciente por la pandemia. Ahora bien, ¿por qué el covid-19 parece tener una menor incidencia en la Costa da Morte? Los expertos sanitarios lo achacan a un elemento fundamental: la elevada dispersión poblacional. Carballo, con más de 30 casos diagnosticados, es un municipio de más de 30.000 habitantes, con mucho apego y vinculación con las grandes urbes, sobre todo con A Coruña, además de tener un tejido empresarial e industrial con una clara vocación provincial, regional, nacional e, incluso, internacional. Por tanto, el riesgo de contagios y de transmisión de la enfermedad es mucho mayor. Es más, los primeros positivos contabilizados en la zona tuvieron una relación directa con los viajes del Imserso.

En las comarcas de Soneira y Fisterra la incidencia es menor: «Una parte muy importante de la población reside en viviendas unifamiliares, separadas entre sí y, por tanto, la posibilidad de transmisión es más limitada. Es así de sencillo. La propagación del covid-19 se ralentiza mucho más en el rural por este hecho. En una ciudad, donde prevalecen los pisos y los contactos con vecinos, la propagación es más rápida», apuntó un experto sanitario.