Las autonomías piden separar horarios para las salidas de niños, mayores y deportistas

j.v.lado / e. álvarez

SOCIEDAD

Sandra Alonso

El ministro Illa guarda silencio sobre los planes del Gobierno y emplaza a los consejeros
a otra reunión

28 abr 2020 . Actualizado a las 09:01 h.

La reunión de ayer del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud sirvió, básicamente, para que el Ministerio de Sanidad escuchase las propuestas de los consejeros autonómicos, que plantearon de forma mayoritaria una salida del confinamiento por territorios y por franjas horarias. Fue la principal aportación ya que el ministro, Salvador Illa, no quiso desvelar cuál es la postura que fijará hoy el Consejo Ministros y emplazó a los responsables autonómicos a otra reunión también en la jornada de hoy.

Por la tarde, antes del encuentro telemático, contestaba con un lacónico «paso a paso» las preguntas que le formularon en su comparecencia pública respecto a las medidas de la tan ansiada desescalada. «Las daremos a conocer cuando las tengamos decididas», se limitó a afirmar Illa, que, por lo que señalaron distintas fuentes de los gobiernos autonómicos, tampoco le aclaró más a los consejeros.

El conselleiro de Sanidade, Jesús Vázquez Almuiña, reclamó una «cláusula de salvaguarda territorial», es decir, que las medidas de desconfinamiento social y de reapertura económica sean flexibles en función de la realidad de cada autonomía.

Almuiña fue más allá y pidió a Illa que la desescalada incluya distintas franjas horarias para niños, mayores y actividades deportivas. Es decir, que las salidas de los más pequeños, que están autorizadas desde este domingo, y las de las personas mayores y aquellas que realicen actividades deportivas individuales, que comenzarán el 2 de mayo, se establezcan en función de unos horarios para que la vuelta a la normalidad sea más ordenada.

Tal y como solicitó Feijoo en la conferencia de presidentes, el conselleiro reclamó que la evaluación de las capacidades sanitarias para llevar a cabo este proceso de transición se haga en base a las áreas sanitarias.

Y en esa línea se situaron también varios consejeros más, que secundaron las palabras de Vázquez Almuiña, como el extremeño el murciano Manuel Villegas, que incluso propuso como opción, que los paseos de los niños y los mayores y las salidas para hacer deporte se repartan entre la mañana y la tarde, o el presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, que se sumó a esa idea en un mensaje difundido a través de las redes sociales.

Las ideas de las comunidades son, en general, coincidentes, aunque la gran mayoría de ellas elaboraron sus propios documentos adaptados a las que consideran las necesidades y las particularidades de sus territorios. Así, Andalucía pidió reabrir los comercios y los bares en mayo y los hoteles, en junio. Aragón propuso una salida ligada a criterios de población para iniciar la desescalada por el mundo rural. Asturias, en la misma senda planteada por Galicia, apuntó a la apertura de los mercados al aire libre y los permisos para atender los huertos. Canarias incidió en las medidas para reactivar el turismo con la apertura de puertos y aeropuertos y Cantabria, por ejemplo, la posibilidad de ir a la huerta, pescar o «recoger setas».

Por su parte, la patronal Hostelería de España aseguró ayer que calcula que se podrá comenzar a reabrir terrazas entre el 10 y el 25 de mayo, aunque con limitaciones de aforo, según las primeras conversaciones mantenidas con las autoridades sobre cómo será el regreso a la actividad para el sector. Además, desde el 5 de mayo está previsto que se recupere el servicio de recogida de comida en el local.

En principio la apertura sería para locales de más de 70 metros cuadrados, y la idea es que comiencen comunidades como Canarias, Valencia y Andalucía, y unos días después lo hagan otras como Baleares, Murcia, Galicia, Asturias y Aragón. Para el final quedarían las zonas más azotadas por el covid-19: Madrid, Navarra, Castilla-La Mancha y Castilla y León.

Los especialistas querían más tiempo para ver los efectos de las medidas tomadas

El plan de desescalada de Pedro Sánchez nace entre dudas. No todos los epidemiólogos que asesoran a Moncloa están convencidos de que sea ya el momento de afrontar un alivio de este calado, que podría provocar un recaída en caso de precipitación.

En principio, la primera medida (permitir el ejercicio físico y los paseos), estaba prevista para el lunes 11 de mayo, cuando se podría haber valorado con más datos los efectos de la vuelta al trabajo tras la Semana Santa de los centenares de miles de trabajadores que se quedaron en casa con la aprobación del permiso obligatorio retribuido. Aunque Fernando Simón ha insistido en que ese regreso no ha tenido reflejo en las estadísticas, no eran pocos los epidemiólogos que abogaban por esperar tres semanas (habida cuenta de la larga evolución infectiva del virus) para decidir sobre los grandes planes de alivio.

También genera incertidumbre entre los especialistas que el 2 de mayo se dé el pistoletazo de salida del desconfinamiento con los deportistas y los paseos, menos de una semana después de permitir la salida de los menores, sin haber tenido oportunidad de comprobar, siquiera mínimamente, el efecto de esta medida.

 Y es que la propia autorización generalizada de salida de los menores de catorce años en sí (sin establecer diferencias entre zonas) ya había provocado debate entre los expertos del equipo de Pedro Simón, en cuanto la situación de la epidemia es muy diferentes entre comunidades autónomas y no se estableció ninguna diferenciación entre ellas. Recuerdan los expertos que Madrid tiene 248 veces más casos acumulados que Murcia y, sin embargo, las medidas puestas en marcha hasta ahora y cuyas repercusiones se desconocen todavía (trabajadores no esenciales y niños) fueron idénticas.

Crea también vértigo el hecho de que Italia, que epidemiológicamente siempre ha vivido una semana o diez días antes que España esta pandemia, vaya a comenzar sus planes de desescalada dos días después, el 4 de mayo. Italia ha anunciado que va a empezar el alivio con una incidencia acumulada en las últimas dos semanas de 68,35 casos por cada 100.000 habitantes frente a los 85,19 que hay en España de media nacional. El Centro Europeo de Control y Prevención de Enfermedades (ECDC) publicó la semana pasada, con fecha del 23 de abril, un informe en el que aseguraba que en cinco países europeos, entre ellos España, «las medidas de control implementadas puede que no hayan mostrado los efectos deseados». La agencia europea constataba que en esos días la tasa de incidencia en España -casos acumulados por 100.000 habitantes notificados en los últimos 14 días- estaba por encima de 100, y aunque ayer bajó a 88,49, todavía supera la centena en varias comunidades autónomas, como Madrid, donde está en 184; Cataluña, en 169, o La Rioja, en 168. «En estas circunstancias», certifica el documento, «las posibilidades de infección de Covid-19 siguen siendo muy altas».

Moncloa mantiene un total hermetismo, más allá de las medidas ya anunciadas de permitir realizar deporte y pequeños paseos. El Ejecutivo tiene intención de realizar una desescalada asimétrica, pero de «reglas homogéneas». Esto es, el desconfinamiento se hará a diferentes velocidades según los territorios, pero siguiendo las mismas directrices y etapas en todo el país. No solo el número de infecciones, sino las capacidades de respuesta de cada territotorio, serán las que marquen en dónde se sitúa cada zona. Los técnicos han decidido que el área principal a considerar va a ser la «provincia», aunque también puede haber zonas de menor extensión, como algunas islas.

Los detalles del programa que presentará este martes Sánchez tras el Consejo de Ministros se guardan con celo, pero fuentes del Gobierno avanzaron ayer que la idea sobre la que pivota todo el proyecto es la de ir permitiendo la apertura durante mayo del pequeño comercio y la vuelta a cierta normalidad en la industria ese mes como antesala del regreso a la actividad de la hostería (primero restaurantes y luego, quizás bares, siempre dependiendo de la evolución) a partir de junio.

En principio, la idea del Ejecutivo es intentar seguir promocionando al máximo el teletrabajo al menos hasta junio para mantener en la medida de lo posible seguir manteniendo una baja proporción de pasajeros en los servicios de transporte públicos. El ministro José Luis Abalos afirmó ayer que en esta nueva etapa, el uso del coche y de la bicicleta deberá complementar al autobús y al metro porque ve «difícil» aumentar la oferta de los transportes públicos urbanos y metropolitanos para garantizar las distancias entre viajeros recomendadas por Sanidad.