Patinetes, patines, bicicletas, balones y cometas vuelven a las calles tras 43 días de confinamiento en una jornada «como la de Reyes» para muchos
26 abr 2020 . Actualizado a las 22:20 h.«Como un día de Reyes». Es el comentario de una vecina de la Avenida Castelao de Vigo al ver cómo la ciudad ha recuperado el latido gracias a los niños, que pusieron fin a 43 días seguidos de confinamiento con bicicletas, patines, balones y cometas con los que disfrutaban como si se los acabaran de regalar. Hubo quienes no pudieron dormir, como Nora, una niña de cinco años que casi no pegó ojo y otros que no querían salir. Gean Piero Delia protagonizó un momento sobrecogedor al echarse a llorar y esconderse tras su abuela al ver a la policía local creyendo que les podían multar. y explicando que echaba de menos a su amigo Andreu. Entre aplausos y mimos de unas vecinas, el pequeño, enfundado en un disfraz de superhéroe que su madre le había regalado y que estrenaba solo consiguió superar el miedo cuando, de forma espontánea, le empezaron a llamar héroe. «Si eres un súper héroe, la policía y todos te queremos» le corearon al pequeño recordándole que «os habéis portado como auténticos héroes al portaros tan bien en casa».
No fue al único que le costó poner un pie en la calle y de hecho, muchos de los más pequeños no llegaron a agotar la hora de paseo que se ganaron. Para otros se quedó muy corta, como para Nuno y Breixo, que tras hacer volar de nuevo su cometa volvían a casa con la intención de preparar ya los patinetes para su segundo recreo. «No fue muy duro estar todo este tiempo en casa porque podía hablar por teléfono con mis amigos y jugar con Breixo. Lo peor, los deberes», aseguró el más joven, de cinco años. Para Breixo, tres años mayor, «lo mejor es estar siempre en pijama y lo peor no poder salir a jugar».
Tras seis semanas de patio online y quedadas virtuales, la calle se quedó pequeña para los sedientos de oxígeno y velocidad por lo que, siempre respetando las normas de seguridad, las bicicletas y patinetes ayer volaban, tanto en Vigo como en los municipios del entorno. En Tui, Marta y sus abuelos se vieron las caras tras semanas. Solo les pudo echar besos desde la distancia pero la sonrisa con la que los recibían sus abuelos desvelaron a otra súper heroína en Tui.
«Al principio no quería salir porque llevábamos semanas diciéndole que no podíamos ir a la calle porque había un bicho. Le costó pasar por el parque infantil y no poder jugar, pero luego se soltó más», explica Rocío Fonseca mientras lleva de la mano a Raquel, de dos años. Santiago Briega López es de los que una hora se le hizo poco. «Posiblemente ahora valoremos más la calle y encontrarnos con los amigos, pero de verdad», asegura este joven de doce años. «Lo que más deseo es poder volver a mi colegio, que es el de Cluny y encontrarme con mis amigos», afirma. A Fernando Fuentes le tocó celebrar su séptimo cumpleaños en casa y solo con su hermana y sus padres, pero fue la Policía Local a su casa y eso lo hizo aún más especial. «No fue como todos los demás, pero tampoco estuvo mal. Además, así lo celebro dos veces porque luego haremos otra fiesta con mi primo Jaime, que también cumplió siete años», deja caer acompañado por su hermana Martina, patinete en mano. «Sí que dorminos pero, sin duda,ya lo hicimos soñando con salir», sostienen Mario y David, de once y siete años respectivamente mientras, por fin, pueden chutar el balón con toda la fuerza contenida durante estas semanas. Para estos súper héroes, su prioridad también fue familiar. «Lo primero que quisimos hacer fue ir a casa de nuestra abuela Marga porque, aunque vive muy cerca, llevábamos mucho tiempo sin vernos. Pudimos hablarle y verla por la ventana y fue realmente muy bonito reencontrarnos», explican estos hermanos.
Aarón y Miguel fueron unos de los usuarios más jóvenes del particular patio que hoy se reencontró con la calle en Vigo sin importar el viento o la llovizna. Aarón nació en 14 de febrero, así que el paseo con sus padres y su hermana Nora, de cinco años, es de los primeros en familia. Y la que se estrenó al completo es la de José Luís Santiago y María Belén Navia ya que el benjamín de la familia fue uno de los vigueses que nació durante el confinamiento. El 31 de mayo vino al mundo. «Es la primera vez que podemos salir los cuatro aunque sea de dos en dos pero todos», confirman mientras el hermano mayor de Miguel, que se llama David y que la semana que viene cumplirá tres años, disfruta con una bicicleta a la que hasta le han tenido que subir el sillín por todo lo que ha crecido durante estas semanas en casa.