Ernestina Márquez, de 67 años, bajó de casa a comprar el pan en la calle Venezuela y al salir de la tienda una patrulla la sancionó
28 abr 2020 . Actualizado a las 00:24 h.Calles y plazas desiertas, sin coches ni gente. Es la foto icónica de todas las ciudades confinadas del mundo que quedará para la memoria. Sin embargo, Ernestina Márquez, una vecina de 67 años que vive cerca de la calle Venezuela, no tendrá un grato recuerdo. Le cayó una multa de 200 euros por cruzar una calle vacía cuando el semáforo estaba en rojo para los peatones. Ella había bajado de casa el jueves 23 al mediodía a comprar el pan mientras su marido estaba en el trabajo. Al salir de la tienda, a las 13.16 horas, la estaba esperando un coche patrulla para denunciarla. Poco antes, los agentes la vieron cruzar en rojo tras rebasarla y regresaron a sancionarla. La perjudicada y su marido, Luciano Rodríguez, de casi 68 años, están «indignados». Ven un exceso de celo hacia el peatón en plena emergencia sanitaria.
La multa califica de «grave» la infracción al artículo 145.5A, especifica que el peatón no respetó la luz roja de un semáforo, y le brinda un descuento de cien euros si paga al momento.
«No había tráfico y ella pasó en rojo sin peligro. La vieron por el retrovisor y volvieron a por ella. Se quedó alucinada porque ya no pasan coches», dice su marido.
El matrimonio también se queja de que el policía que se apeó del coche y la sancionó «no llevaba guantes ni mascarillas, se acercó hacia ella, le pidió su documentación, le dio la de conducir y le manoseó el carné sin guantes». Ven riesgo de contagio por su edad. Afirman tener testigos de todo. «Con 24.000 muertes y 40 días en casa, que nos metan una multa de tal calibre es indignante», dice el marido.