Los expertos solicitan el alivio del confinamiento de los mayores

SOCIEDAD

Santi M. Amil

Creen que el Gobierno está menoscabando su situación física y mental al prolongar el encierro sin razón

25 abr 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Abrió la caja de Pandora la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, cuando dejó caer que los mayores podrían estar confinados hasta final de año. Dando por hecho que la relación de un pueblo con sus progenitores es una cuestión antropológica, como apuntan desde los Países Bajos, la pandemia ha puesto a prueba la capacidad de los gobiernos para gestionar la salud de sus mayores. Si en Argentina necesitarán una autorización administrativa para pisar la calle y en el Reino Unido asumen que no saldrán de casa hasta el fin de la crisis, la canciller alemana, Angela Merkel, salió al paso, tajante: «Encerrar a nuestros mayores para volver a la normalidad es inaceptable desde el punto de vista ético y moral». Suecia, de hecho, recomienda que salgan a dar paseos. Y Francia tuvo que recular cuando intentó aplicar un confinamiento más prolongado para personas mayores de 65 años. Además, Macron giró su discurso hacia el «permitiremos visitas a las residencias para que los ancianos que no mueren de covid-19 no lo hagan de pena».

En la misma línea se pronunciaron los expertos gallegos, que solicitan a las autoridades que se permita ya aliviar el confinamiento de los mayores. «No me parece razonable un confinamiento por edades», dice el profesor emérito de Medicina Preventiva y Salud Pública de la USC, Juan Gestal. «Y ética y moralmente no se puede limitar la movilidad de personas de mayor edad porque su expectativa de vida es más corta y no corresponde que la gasten encerradas», añade.

«Si los queremos proteger, proporcionémosles los elementos y recomendaciones necesarias, pero permitámosles ya hacer su ejercicio de mantenimiento de la salud», apunta. «Se está tardando en el alivio de su desconfinamiento, como ya se tardó con el de los niños, al que, por cierto, se le dio demasiadas vueltas», reflexiona. «Estamos equivocando todo esto. Se genera hipocondría si se gestiona mal el mensaje de que hay que evitar la transmisión. La desinfección de la propia vía pública es una de esas medidas exageradas sin fundamento científico y que contribuyen a la hipocondría. Y en su momento habrá que empezar a plantearse la vuelta al trabajo», explica Gestal.

César Bugallo, psicólogo, geriatra y gerontólogo, presidente de la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzhéimer y otras Demencias de Fisterra e Soneira, añade: «Persoas maiores son persoas adultas. É unha discriminación por idade. Se se quere estratificar, que o fagan por criterios de saúde. E sempre recomendando, pero non obrigando. Nos se admite unha actitude paternalista con eles. Informémolos ben, que saiban o risco e decidan», añade.

Bugallo considera que «deberían saír xa. Non é que poidan, é que deben». «A soidade tamén mata. Neste caso, sobreprotexer non é bó. E non falemos de pacentes con demencia. Isto é matalos. Perderon a motivación», argumenta.

El especialista también apunta a las dudas que surgirían a la hora de establecer la edad de corte para el alivio del desconfinamiento. «En Italia, maiores son a partir de 75 anos», señala.