El reto del marisqueo: «Imos probar, a ver cal é a demanda real do mercado»

Rosa Estévez
rosa estévez VILAGARCÍA / LA VOZ

SOCIEDAD

MONIA IRAGO

El grueso de las mariscadoras vuelven el lunes al trabajo entre incertidumbres y temores

23 abr 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Han dictado las mareas que el próximo lunes, alrededor de las once y media de la mañana, las mariscadoras que habían interrumpido su actividad debido a la crisis del coronavirus vuelvan al trabajo. De momento, tienen previsto faenar dos días. Los dos siguientes, será la flota del raño quien lo haga. La intención es alternar esfuerzos para atender la demanda, de entre ocho mil y diez mil kilos diarios de almeja japónica, que llega desde los mercados. La vuelta al trabajo, y más en una situación de incertidumbre extrema tanto por las ventas como por la salud, se ha convertido en un trance complicado. «Nesta situación parece que fagas o que fagas, está mal. Se imos porque imos, se non, porque non imos... Non se sabe que facer para acertar», confiesan las directivas de las agrupaciones de marisqueo a pie de la zona sur de la ría.

En un mar de incertidumbres, no es fácil dar con el rumbo correcto. «Parece que agora hai máis material de prevención, así que decidimos probar. Hai depuradores que din que precisan marisco; hai outros que din que non... Así que imos ir o luns á zona da Vía, para que poidamos estar traballando e gardando as distancias de seguridade, e colleremos topes mínimos de japónica e babosa. A ver se se venden», razona Lola Gondar, responsable del marisqueo a pie en O Grove. Ella ha vivido situaciones muy complicadas, pero ninguna del calibre de esta. «Estamos nun momento moi complicado, un pesadelo. Poste a pensar, e con todo o que foi o Prestige, esto é moito peor. A ver como saímos», reflexiona. Pero hay que intentarlo, así que el lunes las mariscadoras mecas se pondrán a trabajar. El momento de pasar el control va a ser el más complicado, «van ter que entrar de unha en unha, a ver canto tempo nos leva», dice Gondar.

En Cambados, las mariscadoras trabajarán el lunes en la zona de Fefiñáns. Allí crece abundante japónica, y además así se reservará el excelente marisco de O Saco para momentos mejores ?porque volverán, tienen que volver, los momentos mejores?. Desde la playa, las mariscadoras irán directamente a la lonja, para pasar allí el control: el punto que tienen en Ribeira da Mouta es demasiado pequeño. Y cuidar la salud debe ser prioritario en estos momentos, según explica María del Carmen Resúa. «Imos probar con topes moi pequenos de xapónica e algo de fina, a ver como se comporta o mercado», sentencia. Y por muy bien que se porte, «moito me temo que durante bastante tempo imos ter que estar rotándonos cos homes; mentres a hostalería non traballe a demanda vai ser baixa...».

De la misma opinión es Mari Carmen Martínez, la responsable del marisqueo a pie en Vilanova. «Os depuradores que venden para as cadeas de distribución terán demanda, pero os que traballan para hostalería teñen cero. E cero terán por un tempo». Mucho se teme que en cuanto los distribuidores «teñan os pilóns cheos non van seguir mercando, a ver en que situación quedamos nós», se lamenta. En cualquier caso, como «hai que probar», ella está centrada en que la desescalada se haga en Vilanova con las mayores garantías. Por eso, además de reclamar mascarillas y guantes, en la lonja se marcarán itinerarios para ordenar el acceso, y se colocarán dispensadores de desinfectante.

Unas medidas muy similares tienen previsto adoptar las mariscadoras al otro lado del puente de A Illa. Ellas se repartirán a las doce de la mañana por las playas de Xestelas y Camaxe, «porque son amplas e, tamén, porque hai xapónica». Aunque trabajarán con topes muy bajos. Y es que, tal y como aclara Carmen Dios, «isto é un experimento, imos probar a ver como reacciona o mercado. Así que imos traballar con cantidades pequenas de entrada, a ver que pasa».