Las mascarillas llegan a cuentagotas y en las farmacias se agotan en unas horas

Susana Luaña Louzao
Susana Luaña REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Ángel Manso

Los clientes peregrinan por las boticas en busca de las que ofrecen más protección

24 abr 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

En una farmacia de Ribadeo no quedaban ayer mascarillas. «El suministro está interrumpido», dijo uno de los farmacéuticos. En otra de Camariñas tampoco quedaban, y en una botica de O Barco habían recibido algunas a principios de semana, «pero eran pocas y se acabaron enseguida». En el centro de Santiago sí las tenían, y también en una botica de la calle Vila de Negreira, en A Coruña. Pero esas reservas no las habían conseguido por los cauces habituales, sino que las habían comprado en mercados paralelos, a empresas externas que les cobraron por ellas importes abusivos que ahora no podrán recuperar. Pese a que la ministra de Industria, Reyes Maroto, aseguró el pasado jueves que esta semana se garantizaba el suministro de mascarillas en las farmacias gallegas, no está siendo así, o lo es solo a medias. Es cierto que las cooperativas que las distribuyen ya las recibieron, pero no en grandes cantidades, y para hacer un reparto equitativo, no entregan más que pequeños lotes a cada farmacia. Son tan pocas y la demanda es tan alta, que se agotan en el mismo día. «Nos las quitan de las manos», dicen los farmacéuticos.

Y si las llamadas mascarillas convencionales —las quirúrgicas— escasean, las de mayor protección, las FFP2, ni siquiera se encuentran. En una farmacia de O Castiñeiriño, en Santiago, se vendía ayer una a un cliente que llegaba desde el otro lado de la ciudad buscándola, pese a que su precio ronda entre los cinco y los siete euros. «Con las FFP2 no te contagias; con las quirúrgicas no contagias. Si todo el mundo llevase las quirúrgicas, sería suficiente; pero como no es así, la gente busca estas de alta protección, que filtran el 95 % del aire», indicó la farmacéutica.

Aunque el precio oficial de 0,96 euros por mascarillas fijado por el Gobierno no entra en vigor hasta hoy, la mayoría de los farmacéuticos ya las vendían ayer por ese importe, para no confundir al consumidor. Asumen que van a perder dinero, sobre todo aquellos que las adquirieron en mercados paralelos. A una farmacéutica de Santiago le exigieron el pago de 4.000 euros por adelantado. «Me dijeron: ‘Esto es lo que hay, lo tomas o lo dejas'». Las compró más o menos por un euro la unidad y ahora las venderá por 0,96.

«Nos importa perder el dinero, pero más nos importa perder la credibilidad, que parece que éramos nosotros los especuladores y que tuvo que venir el Gobierno a regular el precio. Esta imagen que estamos dando me preocupa más», admitía ayer la presidenta de la Federación de Farmacias de Galicia, María José García. Para los boticarios, la prioridad ahora son sus clientes. Ella tenía una lista de cinco folios de personas que se las pidieron y se pasó una tarde llamándolas para suministrarles el producto en cuanto lo recibió. «Ahora no estamos pensando en las pérdidas, lo que nos preocupa es que no haya desabastecimiento».

Lo mismo opina Antonio Busto, vocal del Colegio de Farmacéuticos de A Coruña. «No nos hemos reunido para valorar si vamos a reclamar por las pérdidas; ahora la prioridad es atender a la población hasta que se normalice la situación». Él, ante la escasez de mascarillas, prioriza el suministro a los sectores más vulnerables, no las vende a discreción.

El BOE publicó ayer el precio máximo de 0,96 euros por mascarilla que entrará hoy en vigor. El de los geles oscila entre 0,015 y 0,021 euros el mililitro dependiendo del tamaño del envase.

Los boticarios no recibirán compensación por la pérdida en el precio de venta

 

Redacción / La Voz

Los farmacéuticos que buscaron por su cuenta las mascarillas, y que pagaron por ellas precios superiores a los 0,96 euros por unidad fijado por el Gobierno para su venta, no percibirán compensación alguna por esas pérdidas. Es decir, deberán venderlas por menos precio que por el que las compraron. Lo dijo ayer el ministro de Sanidad, Salvador Illa, que restó importancia a ese desfase al entender que, dada la demanda del producto, las existencias no serían muy elevadas. En una rueda de prensa en la que estuvo acompañado por el vicepresidente de Derechos Sociales, Pablo Iglesias, Illa dijo que la orden que fijaba el precio máximo de las mascarillas quirúrgicas «va a ser ejecutiva desde el momento en que sea ejecutiva y no habrá ningún tipo de compensación». Admitió que las mascarillas quirúrgicas estaban siendo muy demandadas y que por ello entendía que en las boticas no había un stock elevado de un producto por cuya devaluación no se compensará a los farmacéuticos.

Para evitar subidas abusivas, el Colegio de Farmacéuticos de A Coruña cree necesario regular el precio del suministro en origen; en decir, en el proveedor. Lo mismo opina Alba Soutelo, presidenta del Colegio de Pontevedra, quien aboga también por una bajada del IVA al 4 %.

El Sergas hará la prueba a técnicos de ambulancias

 

C. Barral

La junta directiva de la Asociación Galega de Técnicos en Emerxencias Sanitarias (Asgate) solicita al Sergas el reconocimiento de esta categoría profesional en la comunidad y que se hagan test de coronavirus a todos los trabajadores del sector, sean del transporte urgente de pacientes como no urgente o programado. El colectivo desveló que las mascarillas defectuosas del fabricante Garry Galaxy que el Gobierno central entregó al Sergas para su personal no solo se usaron en los hospitales. Según Asgate, un número de técnicos de ambulancias que desconoce también las emplearon en las bases, con el consiguiente riesgo de contagio.

«Hai compañeiros que as empregaron e, a día de hoxe [por el miércoles], non se lles fixo ningún tipo de test, como se lle está facendo tanto ao persoal dos hospitais, como dos centros de saúde e residencias de maiores». Asgate considera «lamentable» que los profesionales de las urgencias extrahospitalarias que primero están en contacto con posibles casos de coronavirus no sean tenidos en cuenta, dice, a la hora de hacerles las pruebas para saber si están infectados o no. «Parécenos incrible que sexamos os grandes esquecidos para este tipo de probas, xa que podemos chegar a ser un vector importante de contaxio», señala la asociación. Achaca esta situación a que en comunidades como Galicia los técnicos en emergencias no son valorados como personal sanitario.

Por su parte, la patronal del sector de ambulancias, Fegam, confirmó a La Voz que algunos trabajadores de sus empresas usaron las mascarillas FFP2 que no protegían después de su uso durante más de tres minutos. No obstante, su presidente, Enrique Blanco, indicó que la cifra de técnicos que se las pusieron es baja porque, afortunadamente, las empresas tenían su propio material de protección. Esas mascarillas habían llegado el martes 14 y se retiraron el viernes 17 de abril. Ese día la Fegam ya remitió los nombres de los trabajadores al Sergas. Además, la patronal señaló que este miércoles 22 por la tarde recibió una comunicación por parte del Sergas donde se ofrece a realizar la prueba a todos los empleados del sector de ambulancias, trabajen o no para el Sergas.

El vicepresidente de Asgate y trabajador de Ambulancias Pontevedra, Jose Iglesias, aplaudió la «rectificación» del Sergas: «Rectificar é de sabios e o agradecemos. A todo o que queira faranlle o test, e o que non terá que firmar un documento coa renuncia».