Un «Universo adverso» en Saénz-Díez

María Doallo Freire
María Doallo OURENSE

SOCIEDAD

La artistas ourensana Iris Blanco junto a su pareja en el balcón de su casa
La artistas ourensana Iris Blanco junto a su pareja en el balcón de su casa MIGUEL VILLAR

La artista ourensana Iris Branco ha querido animar a los vecinos colgando en su balcón una de sus obras

22 abr 2020 . Actualizado a las 17:07 h.

Iris Branco ha querido animar el confinamiento de sus vecinos y lo ha hecho con lo que mejor se le da: el arte. Hace unos días esta ourensana decidió sacar al balcón una de sus obras murales. Concretamente la pintura Universo adverso en la que dos manos se encuentran sosteniendo un corazón. «Esto es lo que yo podía ofrecer a las personas que viven a mi alrededor», dice. Tal y como explica la propia artista, su pintura gira en torno a la idea de dar, de ofrecer lo que llevamos dentro. «En esta obra el corazón está dañado, tiene pequeñas heridas. Representa la importancia de reponerse y de seguir dando a pesar de todo, algo muy relacionado con la situación actual que estamos viviendo con el coronavirus», relata. La obra ha cautivado a todos los vecinos de la calle Sáenz-Díez de la capital ourensana.

Además de artista, Iris trabaja como profesora de manualidades en un centro para adultos con discapacidad, una actividad que se ha detenido debido al estado de alarma. «Soy muy optimista e intento ver lo bueno de cada circunstancia, así que estoy aprovechando para terminar proyectos artísticos que tenía parados y también para crear todo lo que puedo», admite. Lo hace con los medios que tiene en el piso que comparte con su pareja, Cristian Andrade. «He tenido que tirar de plastilina en sustitución de la cerámica, por ejemplo, ya que mi taller está en el pueblo, en Pazos de Cea. Pero lo importante es plasmar ideas», dice. La naturaleza del rural es lo que más extraña pero ni eso la desanima a seguir haciendo lo que le gusta. «Mientras haya música para abstraerme, puedo estar encerrada todo el día», bromea. Y en su web puede disfrutarse el resultado artístico de esa evasión.