En tiempos de incertidumbre, las personas necesitamos referencias en las que descargar nuestros miedos. Buscamos esperanzas debajo de las alfombras de nuestras casas porque lo único en lo que no podemos permitirnos el lujo de caer es en el desánimo.
Por ello, en esta situación inédita de pandemia, resulta especialmente importante el Gobierno de la nación, ese ente que nos debe proteger del mal que amenaza con destrozar nuestro sistema de vida. Necesitamos confiar en nuestros gobernantes porque solo así sobrellevaremos con esperanza esta situación límite que vivimos. Si ellos hacen lo suyo, nosotros haremos lo nuestro, que es aguantar.
Pero lo grave es cuando descubres que el espíritu de Pepe Gotera y Otilio se ha apoderado del Ejecutivo, lo que te lleva a una desazón galopante. Si el Gobierno colecciona chapuzas, ¿cuándo vamos a salir de esta? La decisión de permitir salir a los niños para acompañar a sus padres a los supermercados y a las farmacias nos sorprendió a todos por disparatada. Y era tan insensata la idea que fue rectificada por la noche, en un nuevo alarde errático de quienes tendrían que transmitirnos eficacia.
¿A quién se le ocurrió llenar los supermercados de niños? No puede seguir ni un minuto más. A Pedro Sánchez le han metido otro gol (hay que pensar que no fue idea suya), pero lo cierto es que al presidente no hacen más que colarle goles por todos los lados. Un país como España se merece un mejor portero, o cuando menos una defensa que impida que le chuten tanto a puerta. Lo dicho, si el Gobierno nos falla, ¿quién nos protegerá?