Los alumnos de 3.º de ESO del CPR San José le advierten: «Abandona, o todos unidos vamos a acabar contigo»
19 abr 2020 . Actualizado a las 05:00 h.«Daría todo por que te fueras y nos dejases en paz de una vez por todas [...]. Nunca pensé que las cosas iban a acabar tan mal». Así comienza la carta que los alumnos de 3.º de ESO del CPR Plurilingüe San José, de Pontedeume, le han escrito al coronavirus. La tutora, Lucía Penas, les encargó esta semana la redacción de una misiva, «con el fin de expresar y liberar emociones, sentimientos, opiniones...». Y, a partir de ahí, enlazando fragmentos de cada alumno, han compuesto una publicación para el blog de la clase.
Los chavales reconocen su desconcierto frente a la pandemia: «No sé cómo te creaste, cómo te expandiste, pero lo que sí sé es que no eres bueno. ¡Qué digo! Eres espantoso [...]. No entiendo cómo puedes matar a tantas personas en tan poco tiempo». «Nos has hecho ver que la raza humana es mucho más débil de lo que creíamos y ahora sabemos que los gobiernos de todo el mundo no estaban preparados para algo así», reflexionan en otro párrafo.
Los escolares eumeses le reprochan la pérdida de «muchísimas vidas humanas que eran débiles, con problemas cardíacos, respiratorios, o los señores mayores, han muerto por tu culpa inocentes». Y le recriminan no poder salir de casa -«ni yo ni nadie, solo a comprar o a pasear al perro, pero yo no tengo, así que como no pasee al gato... nada»-, ni viajar, ni tener contacto físico, «ni ir a clase a aprender y hacer amigos». «La verdad -se sinceran-, preferiría ir al colegio todos los días».
Los colegiales quieren que el coronavirus les deje «vivir como antes, disfrutando, sonriendo, contentos...». Pero no todo es negativo, admiten: «Hay personas solidarias haciendo mascarillas [...] y trabajadores que son los verdaderos héroes, exponiéndose al riesgo de morir para que puedan sobrevivir los demás». Aluden a la menor contaminación del aire y del agua, gracias al confinamiento. «Para mí -precisa un alumno-, lo bueno que has traído es que vas a hacer pensar a la gente, tanto en estos momentos como después, porque has hecho que millones de personas se junten y se unan contra ti, nos has hecho disfrutar de las cosas simples de la vida [...]. Estás sacando lo mejor de nosotros como humanidad, algo de lo que me siento muy orgulloso».
Hay añoranza: «He empezado a valorar más aquellos momentos en los que estaba disfrutando de verdad y no lo sabía. Como cuando quedaba con mis amigos para ir a dar un paseo por la playa, hacíamos fotos con la puesta de sol, y cuando nos cansábamos íbamos siempre a tomar un colacao con palmeritas a nuestro bar favorito. Incluso aquellos días en los que iba al colegio, que no me gustaba mucho tener que ir todas las semanas, los deberes, estudiar... Pero es cierto que se echa mucho de menos ver a tus compañeros, profesores...».
«Confío en que toda la gente se quede en casa para que no mueran más y porque quiero volver a mi vida, hacer deporte, quedar con mis amigos y, sobre todo, abrazar a los que más quiero», apunta un compañero. La carta concluye con una advertencia: «Recapacita y empatiza [...], los logros se consiguen ayudando, no quitando vidas [...]. Abandona la batalla. Si no lo haces voluntariamente, nosotros, todos unidos, terminaremos contigo».