«Estou moi cabreado: estivemos dez días usando mascarillas defectuosas na uci»

p. varela / m. cobas / e. álvarez OURENSE / LA VOZ

SOCIEDAD

Hugo Babarro

Sanidad ordena retirar 82.000 máscaras deficientes que había enviado a Galicia

19 abr 2020 . Actualizado a las 19:53 h.

«Estou moi cabreado, máis que preocupado, porque aínda que non debería ser así, son consciente de que é probable que nos contaxiemos». Lo dice el enfermero de la uci del CHUO Hugo Babarro. Él estuvo trabajando este viernes por la mañana con una de las mascarillas que el Ministerio de Sanidad mandó retirar por no cumplir las normas del Instituto de Seguridad e Higiene, más de 82.000 solo en Galicia. De hecho, se enteró de que no funcionaban porque una compañera que salió a descansar de la uci se lo comentó tras haberlo visto publicado en los medios.

«Eu mesmo retirei as que quedaban, que eran catro ou cinco, e dinllas a unha supervisora para que as levara», añade Babarro. Justo entonces les llegó el aviso del hospital para que no las usaran. Pero un buen número de compañeros que entraron en el turno de mañana habían estado trabajando con ellas, en una jornada en la que hicieron maniobras de riesgo como extubar a uno de los 15 pacientes que quedan en la uci en Ourense, y aspirar secreciones a otro.

HUGO BABARRO

Desde Semana Santa

Eso es lo que hicieron este viernes, cuando se suponía que ya había alerta, pero llevaban usándolas desde Semana Santa. «Levamos uns dez días con elas», relata. En este tiempo, dice que pasaron por la uci de coronavirus entre 80 y 100 trabajadores, que ahora temen haber estado expuestos a contagio ya que las mascarillas retiradas dejan de tener efectividad a los pocos minutos. En el hospital ourensano insistían a última hora de este viernes en que el ministerio hablaba de varios lotes defectuosos, no todos, pero que se habían retirado de forma general igualmente por seguridad.

Este enfermero de la uci y sus compañeros echaban en falta la respuesta del servicio de Medicina Preventiva. «Pedimos que nos fixeran os test a todos, e son as sete da tarde (momento en el que habló con La Voz) e aínda non sabemos se nos van facer a proba ou non», aseguraba. Poco después, desde el Sergas informaron de que, tras evaluar la situación con los servicios de Medicina Preventiva y la Unidad de Prevención de Riesgos Laborales, están localizando a los potenciales usuarios de la mascarilla para proceder, de inmediato y durante este fin de semana, al cribado de todos ellos. Usarán los test de anticuerpos de doble banda.

Mascarillas como las FFP2 que Sanidad ordenó retirar se utilizaban en zonas sanitarias de riesgo y también en áreas de atención asistencial. En el CHUO, fuentes del personal de Urgencias confirman que ese tipo de protección se empleó casi desde un inicio, de forma salteada. «Pero desde el comienzo de esta semana fue continuado», indicaron. En Urgencias se han encontrado a pacientes con síntomas o positivos que acudían allí por el hartazgo de esperar. «A nuestro turno ha llegado gente que padecía el virus y venía porque no les atendían al teléfono», precisaron.

Fuentes sanitarias del CHUO indicaron que el Gobierno aún no les había informado de qué lote era defectuoso, «porque las Garry Galaxy se repartieron como en todas las áreas sanitarias del país». Esos modelos no son los únicos que se distribuyeron: «También las FFP3, por ejemplo».

La diferencia de filtrado en las mascarillas tiene su relevancia. En la uci COVID de Ourense, otras fuentes consultadas indican que habitualmente usan un modelo N-95 -las Garry Galaxy-, que serían el equivalente a un término medio entre las FFP2 y FFP3. «Y estas últimas, las FFP3, solo se empleaban al intubar los pacientes de la uci», dice uno de los sanitarios de la unidad. En Urgencias, otra fuente recuerda haber usado las N-95 «porque eran las que menos daños» le hacían en la cara.

Paralizadas el jueves

El Sergas paralizó el jueves la distribución de las mascarillas defectuosas del fabricante Garry Galaxy enviadas por el Ministerio de Sanidad a Galicia. En el momento en el que se recibió la alerta por parte del Gobierno se frenó la distribución y se avisó a las gerencias para que retirasen las protecciones ya distribuidas. En total se inmovilizaron 82.291 mascarillas FFP2, usadas para tratar a pacientes con COVID-19, 36.883 en la plataforma de distribución de Negreira y 45.408 que ya estaban en las gerencias de las áreas sanitarias.

Sanidade asegura que sustituirá rápidamente estas mascarillas y realizará las pruebas diagnósticas necesarias para garantizar la protección y seguridad de los profesionales. El conselleiro de Sanidade, Jesús Vázquez Almuiña, envió una carta al ministro de Sanidad, Salvador Illa, en la que exige información ajustada sobre los lotes afectados y sobre el tipo de deficiencias detectadas.