Antonio Antela, jefe de Infecciosos del CHUS contagiado: «No puedo considerarme protegido por superar el coronavirus»

SOCIEDAD

PACO RODRÍGUEZ

El internista del hospital de Santiago regresa este lunes al trabajo tras una convalencia de un mes por COVID-19

19 abr 2020 . Actualizado a las 20:59 h.

Ser un experto en enfermedades infecciosas no le impidió caer contagiado. El 17 de marzo Antonio Antela (Las Palmas, 1960) llevaba apenas diez días batallando contra el coronavirus en el Hospital Clínico Universitario de Santiago (CHUS) cuando fue ingresado. Después de 15 días en el hospital y otras dos semanas de recuperación en casa por una neumonía bilateral, vuelve al trabajo este lunes.

-¿Se siente tranquilo, inmune?

-No. Voy a tener que tomar todas las medidas de protección que se conocen para evitar volver a infectarme. Desde el punto de vista individual de una persona que ha tenido infección por SARS-CoV-2, no puedo considerarme protegido. No se conoce bien si todos desarrollamos inmunidad protectora. Con las pruebas rápidas no se cuantifican los anticuerpos que producimos ni si son neutralizantes. Lo pasé bastante mal y fue duro. Pero, forma del pasado. Eso sí, esto te deja unas secuelas, no solo físicas. Para mí va a ser un reto volver al hospital. Voy con el miedo en el cuerpo. Supongo que lunes, metido en faena, se pasará.

-¿Qué es lo más inquietante?

-Como nos pasó con el VIH a principios de los 90, que no lo conocemos bien todavía. Sabemos más o menos cómo manejarlo, lo que produce en la fase aguda, en qué debemos fijarnos en las distintas etapas, pero no tenemos una visión a largo plazo.

-¿Qué será diferente el lunes?

-Cuando empezó esto éramos muy prudentes y tomábamos todas las precauciones con los pacientes sospechosos, pero no entre nosotros. No llevábamos las mascarillas por los pasillos.

-¿Qué se hizo mal en España?

-A toro pasado, es fácil ser oportunista. Era difícil de prever, no que llegase a Europa, sino la facilidad de la transmisibilidad. ¿Qué podíamos haber hecho mejor? Desde que se detectaron los primeros contagios, hacer test masivos para localizar todos los positivos, aislarlos y trazar sus contactos para detener la transmisión. Lo que hizo Alemania. No es que ellos hayan tenido menos casos graves, pero han sabido o han podido manejarlos mejor y por eso su tasa de mortalidad es más baja. Además, tardamos mucho en confinar a la población y ahora tardamos muy poco en levantar el confinamiento. Hemos alcanzado probablemente la meseta de la epidemia, pero no estamos en el lado descendente de la curva. No sé si las razones económicas son suficientes para justificar este riesgo sanitario.