«En la primera semana pasamos de dar 400 raciones de alimento a externos a 650»

Fernando Molezún A CORUÑA

SOCIEDAD

Imagen del pasado viernes de la institución coruñesa Padre Rubinos, donde el ritmo es frenético desde septiembre
Imagen del pasado viernes de la institución coruñesa Padre Rubinos, donde el ritmo es frenético desde septiembre VÍTOR MEJUTO

El comedor social de Padre Rubinos comienza a recibir peticiones de personas pendientes de volver a trabajar para poder hacer frente a los gastos de alimentación

17 abr 2020 . Actualizado a las 11:50 h.

Padre Rubinos ha puesto en marcha un servicio de ayuda a los más necesitados en el que, de la mano del Ayuntamiento y tras la firma de un convenio con Gadis y Eroski, ponen a disposición de los usuarios del mismo tarjetas y vales para hacer la compra y atender a las necesidades más acuciantes de alimentación, medicamentos, suministros e, incluso, pago de alquileres.

El servicio de atención a personas externas, a no residentes, de Padre Rubinos se vio afectado por la crisis sanitaria, ya que tuvieron que suspenderlo temporalmente para evitar contagios. «Pero lo restructuramos todo, porque empezaron a llegarnos noticias de que había muchas necesidades», contó en Radio Voz Jorge Sampedro, director del centro integrado de atención social de la enridad benéfico social. Para este nuevo servicio han habilitado un correo electrónico, ayudas@padrerubinos.org, a través del cual reciben las demandas de ayuda que estudian los técnicos de la entidad.

Todo obedece al incremento de demandas de este tipo desde que comenzó la crisis sanitaria: «Tenemos un perfil de usuario que ya conocíamos, de gente en situación de exclusión social previa a esta pandemia, gente que puede cobrar una prestación pero que esta no le llega para hacer fdrente a pagos como el alquiler o los suministros. Pero ha surgido ahora otro perfil a los que les ha sobrevenido la necesidad en esta situación, gente que está pendiente de la reincorporación al trabajo sin saber cuándo será», explica Sampedro, que asegura que este incremento lo notaron en primer lugar en su comedor social: «Además de los servicios a los que residen en el centro damos también comida a externos. Pues este servicio se incrementó muchísimo. Estábamos dando unas 400 raciones de alimentos al día y ya en la primera semana pasamos a 650. Y como el sistema de emergencia social del Ayuntamiento estaba saturado decidimos arrimar el hombro, nos pusimos en contacto con ellos para atender la demanda».

Por lo demás, la situación en el albergue de transeúntes de Padre Rubinos es de normalidad, gracias a las medidas de protección que adoptaron antes incluso de que se decretase el confinamiento: «Cuando todo comenzó teníamos en el centro a cien usuarios, implantamos todas las medidas de control y cerramos nuevas admisiones, derivándolas al pabellón de Riazor. Y hemos realizado los tests a los trabajadores y usuarios y no tenemos ningún positivo por el momento ni nadie con síntomas», comentó el director en Voces de A Coruña.