Francia, dividida ante la vuelta al cole prevista para el 11 de mayo

Paula Rosas COLPISA

SOCIEDAD

ERIC GAILLARD / REUTERS

La hoja de ruta de Macron ha generado inquietud en parte del profesorado y de los padres

15 abr 2020 . Actualizado a las 12:55 h.

El presidente, Emmanuel Macron, ha puesto a guarderías, colegios e institutos al frente de su hoja de ruta para salir progresivamente del confinamiento causado por la crisis de coronavirus. La vuelta al cole, a partir del 11 de mayo, será «progresiva», ha dicho el ministro de Educación, Jean Michel Blanquer, y evitará que se siga ampliando la brecha de la desigualdad con los alumnos más desfavorecidos. Pero también permitirá a muchos padres retomar el trabajo y reforzará la inmunidad colectiva, imprescindible para luchar contra la epidemia, una decisión que genera dudas y divide a asociaciones de padres, profesores y médicos.

Muchos interrogantes penden aún sobre la decisión de reabrir las escuelas. Las próximas dos semanas serán de trabajo intenso en el ministerio, que deberá planificar cómo se llevará a cabo, probablemente «en pequeños grupos» y de manera diferenciada según las edades. «Cuando hablamos de retorno progresivo, implica a la fuerza que no todas las edades volverán al mismo tiempo a la escuela», confió Blanquer este martes en una entrevista con FranceInfo. Es posible, además, que tanto niños como profesores tengan que llevar mascarilla.

La organización del tiempo y del espacio de los colegios tendrá que modificarse. Los alumnos se dividirán en grupos más pequeños, sobre todo en aquellos niveles como los de la educación infantil, donde es casi imposible mantener los conocidos como «gestos barrera», es decir, higiene y distanciamiento social. Los niños pasarán menos tiempo en el colegio, los programas se simplificarán y la educación, señaló el ministro, deberá ser más personalizada. Para el ministro, «los alumnos en dificultad serán una prioridad» y los centros de FP serán de los primeros en abrir. La enseñanza superior, sin embargo, no se retomará de forma presencial hasta verano.

Cómo se hará todo esto es, por el momento, una incógnita. La decisión ha generado inquietud entre el profesorado, que ahora se pregunta cómo es posible que restaurantes y otros lugares públicos permanezcan cerrados y no los colegios, «que sabemos que son lugares de alta transmisión, de contaminación, hay una falta de precaución», denunciaba el martes a AFP Francette Popineau, secretaria general del sindicato Snuipp-FSU. Las mismas dudas se planteaban en las asociaciones de padres, e incluso desde la Federación de Médicos de Francia, cuyo presidente afirmaba ayer que reabrir las escuelas suponía «correr un riesgo inútil».

Sin embargo, los diversos estudios que se han podido llevar a cabo hasta la fecha parecen demostrar que, aunque los niños no son inmunes a la COVID-19, sí lo sufren de forma por lo general menos grave que los adultos. Es posible, además, que los menores sean menos portadores del nuevo coronavirus de lo que se pensaba al principio de la crisis. «El porcentaje de positivos en los pequeños que se han visto en urgencias o están hospitalizados es de tres a cinco veces menos importante que en los adultos», explicaba el pediatra infectólogo Robert Cohen a France Inter. Por ello, para algunos especialistas, la decisión de reabrir los colegios es «juiciosa» porque permitirá reforzar la inmunidad colectiva.