El papa Francisco pide un salario universal para los trabajadores más humildes

La Voz EFE

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El papa Francisco lee el tradicional «Urbi et Orbi» en una basílica de San Pedro sin público.
El papa Francisco lee el tradicional «Urbi et Orbi» en una basílica de San Pedro sin público. VATICAN MEDIA | Reuters

El pontífice dedicó su mensaje de Domingo de Resurrección a los afectados por la pandemia

12 abr 2020 . Actualizado a las 19:00 h.

El papa Francisco dedicó su mensaje de hoy, Pascua del Domingo de Resurrección, a todos aquellos que se están viendo afectados por la pandemia del coronavirus y afirmó que «el mundo entero está sufriendo y tiene que estar unido» porque este «no es el tiempo de la indiferencia». Desde el interior de una vacía basílica de San Pedro y no asomado al balcón central, como es habitual ya que la plaza está cerrada por las medidas de emergencia ante la pandemia, Francisco dedicó su mensaje de la Pascua a este «desafío histórico». Después, impartió desde allí la tradicional bendición Urbi et Orbi, que concede la indulgencia plenaria a todos los que la siguieron por los medios de comunicación.

ANDREAS SOLARO / POOL

Tras una sobria misa de Domingo de Resurrección, Francisco tomó la palabra para el tradicional mensaje de Pascua y dedicó sus pensamientos «sobre todo a los que han resultado afectados directamente por el coronavirus: los enfermos, los que han fallecido y las familias que lloran por la muerte de sus seres queridos, y que en algunos casos ni siquiera han podido darles el último adiós». Recordó especialmente a los ancianos y a las personas que están solas y también «a quienes trabajan en los centros de salud, o viven en los cuarteles y en las cárceles». Explicó que para muchos el permanecer en casa debido a las medidas de aislamiento «ha sido una ocasión para reflexionar, para detener el frenético ritmo de vida, para estar con los seres queridos y disfrutar de su compañía».

En una misiva enviada hoy a los movimientos y organizaciones populares, el papa Francisco ha propuesto un salario universal para los trabajadores más humildes y sin derechos, ya que considera que «los males que aquejan a todos, a ustedes los golpean doblemente».

Ha explicado que las dificultades del confinamiento son mayores «cuando la vivienda es precaria» o se «carece de un techo», cuando se vive «el día a día sin ningún tipo de garantías legales que los proteja», como sufren los trabajadores y las trabajadores «independientes o de la economía popular» . Y ha mencionado a los «vendedores ambulantes, los recicladores, los feriantes, los pequeños agricultores, los constructores, los costureros, los que realizan distintas tareas de cuidado», y que «no tienen un salario estable para resistir este momento».