El trabajo desborda a los abogados laboralistas en Vigo, que no descansan ni en Semana Santa

e. v. pita VIGO / LA VOZ

SOCIEDAD

M.MORALEJO

El grupo ABC va a incorporar a un analista, los socios de Zeres siguen activos en casa y los de Vento, de guardia

11 abr 2020 . Actualizado a las 21:17 h.

«Estamos a tope de trabajo», «tenemos mucho lío», «vamos a incorporar a un analista de empresas». Son frases que se escuchan en plena Semana Santa en los despachos de abogados laboralistas de Vigo. Es un vox pópuli que incluso circula entre los corrillos de estudiantes de Derecho: «Laboral ahora es una oportunidad de oro, viven un bum». La razón es que, tras el cese de actividad por el real decreto por la emergencia sanitaria del COVID-19, las empresas de Vigo quieren tramitar una avalancha de ERTE, algunos que afectan a cientos de empleados. Pero no solo son regulaciones de empleo: «Aquí tenemos mucha actividad, nos llegan asuntos de créditos ICO, de autónomos, de fiscalidad y los ERTE», dice el CEO del Grupo ABC, Manuel Rivera.

En otro despacho, Zeres Abogados, su director general, Fabián Valero, lleva días sin levantar la vista de la pantalla. Una cascada de expedientes de ERTE se le amontonan en la mesa. «Nosotros estamos a tope pero en teletrabajo. Disponemos de medios tecnológicos que nos permiten trabajar con normalidad y atender a todos nuestros clientes sin necesidad de mantener el despacho abierto. Mientras no se levante el estado de alarma seguiremos en teletrabajo y luego ya veremos», explica.

Aunque la oficina física está cerrada por el confinamiento, los laboristas siguen trabajando en zapatillas y batín desde casa. Valero admite que no van a descansar ni en Semana Santa. «Estos días nosotros seguimos con nuestra actividad normal resolviendo todos los problemas de nuestros clientes pero asegurando plenamente la salud de toda la plantilla», dice. El trabajo sigue llegando. «Hay bastante, muchas consultas y clientes nuevos».

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Algo parecido ocurre en Semana Santa en el despacho de Vento Abogados y Asociados, cuyo portavoz es Matías Movilla. «Estamos todos los socios de guardia, hay mucho lío», dice.

Este bufete, que tiene sus instalaciones en el Paseo de Alfonso XII, nombre antiguo de la firma, forma una organización de 80 personas con la incoporporación de las áreas de mercantil, concursal, tributario y gestión, además de laboral y seguridad social, civil, penal y administrativo. Muchas de estas áreas están ahora relacionadas con la crisis económica vinculada a la emergencia sanitaria del COVID-19.

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Por su parte, Manuel Rivera, de ABC, señala que también trabajan estos días: «Sí, con servicios mínimos porque el personal necesita descansar pero tenemos mucho trabajo y es muy complicado hacer teletrabajo y presentación de ERTE porque los sistemas no funcionan bien y la red se cae».

Rivera calcula un 30 % más de trabajo de lo normal y lo atribuye «a la multitud de empresas que tenemos». «Ahora estamos ampliando también el departamento de subvenciones y cursos de formación». A ello se suma que su plantilla se debe preparar rápidamente en teletrabajo. «Estamos reestructurando lo que tenemos y se incorporará una persona nueva en breve para análisis de empresas», dice. El confinamiento les obliga a «organizar lo más posible».