Hay muchos más muertos que los registrados

Juan Ventura Lado Alvela
j. v. lado REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Entierro en Málaga de una víctima del COVID-19
Entierro en Málaga de una víctima del COVID-19 Lorenzo Carnero / Europa Press

Solo en Madrid se produjeron 3.479 fallecimientos que no figuran en las cuentas de Sanidad

22 abr 2020 . Actualizado a las 11:39 h.

Los datos de casos positivos y fallecidos por coronavirus que publica cada día el Ministerio de Sanidad difieren, y mucho, de las cifras reales de la epidemia por numerosos motivos: desde la propia definición de los casos a las capacidades del sistema sanitario, pasando por la propia forma de contabilizarlos y transmitir la información. Difieren tanto que el expresidente de Extremadura José Antonio Monago acusó al Gobierno de dictar una orden expresa para «ocultar el número real» de fallecidos, lo que ha negado de forma tajante el ministro del Interior.

¿Cómo se definen y notifican los casos?

El Gobierno no tiene datos propios, los recibe de las comunidades autónomas, con lo que la clave de estos desfases radica en qué datos pide el Ejecutivo y cómo se los notifican las autonomías. En este sentido, el Ministerio de Sanidad ha publicado en apenas dos meses tres protocolos distintos. Como parece obvio, en ninguno de ellos había órdenes expresas de ocultar datos, pero sí presentan variaciones importantes entre unos y otros. Así, en cuanto a la definición de los casos, que es lo que menos cambia entre unos documentos y otros, el primero, del 24 de enero, y el segundo, del 11 de marzo, hablan aún de «caso en investigación», según si se cumplen determinados criterios clínicos, epidemiológicos y de laboratorio. Pero en el último, del 31 de marzo, ya desaparece esa denominación y quedan cuatro opciones: confirmado, probable, descartado y posible. Sin embargo, el cambio sustancial está en el procedimiento de notificación. Si el 11 de marzo se establecía que «los casos confirmados se notificarán de forma urgente a Salud Pública», el protocolo del 31 habla de «casos probables y confirmados».

¿Por qué se establecen esas diferencias?

El sistema no tiene capacidad para realizar pruebas PCR, las verdaderamente concluyentes, al conjunto de las personas que tienen síntomas, ni siquiera a las que fallecen por COVID-19. Durante semanas se limitaron prácticamente a los hospitalizados y a los sanitarios, con lo que los distintos servicios se han visto obligados a estimar -según criterios clínicos- fallecimientos por coronavirus en pacientes a los que no les pudieron hacer la prueba, ni en vida ni post mortem, y mucho menos una autopsia.

¿Qué ocurrió, en concreto, con las residencias?

Es el ejemplo más claro de esas limitaciones del sistema y también del desfase entre víctimas reales de la enfermedad y notificadas. En Madrid, por citar el caso más sangrante, el Gobierno autonómico reconoció que se produjeron en estos centros de mayores un total de 4.260 muertes. Solo a 781 de estas víctimas se les hizo la prueba, y dieron positivo, mientras que las otras 3.479 «presentaban síntomas compatibles con la enfermedad», pero no figuran en las cifras remitidas al Ministerio de Sanidad, pese a que son el mismo número que los fallecidos totales notificados por Andalucía, Aragón, Asturias, Baleares, Canarias, Cantabria, Valencia y Castilla y León juntas.

¿Cómo cuentan el resto de las comunidades?

Cataluña se limitaba a contabilizar los fallecidos en hospitales y les ha pedido datos a las funerarias. En Valencia y Castilla-La Mancha no hacen pruebas a pacientes muertos, y en Murcia sí. En Navarra, si no hay test lo contabilizan como «caso posible» y no figura en el recuento. En Canarias analizan tanto a los vivos como a los fallecidos sospechosos de haber contraído la enfermedad... De ahí que, ante tales disparidades que hacen prácticamente inútil cualquier comparación entre comunidades, el Ministerio de Sanidad dictase una orden el sábado pasado con una anexo para que las comunidades rellenen todos los datos de sus residencias en la que especifica: «Esta información será remitida antes del 8 de abril del 2020 y será actualizada desde entonces cada martes y viernes antes de las 21 horas». Aquí, en Galicia, donde hasta ahora los datos los ofrecían de manera separada Sanidade y Política Social, desde el miércoles son conjuntos y se actualizan a diario: 117 usuarios de residencias fallecidos hasta ayer.

¿Por qué el Gobierno y la Xunta dan datos distintos?

El Ministerio de Sanidad publica a diario los positivos totales desde el inicio de la epidemia (6.758 hasta las 21.00 horas del miércoles) y la Consellería de Sanidade los casos que se encuentran activos (5.551), es decir, descontando las altas y los fallecidos, con lo que la cifra, en realidad, tiene que ser la misma. Al margen de esto y de algún desajuste que se pudo producir en un inicio, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, en sus comparecencias públicas, ofrece los datos actualizados con las últimas cifras de curados y fallecidos comunicadas ese mismo día. De ahí que, en ocasiones, varíen ligeramente respecto al parte diario de Sanidade.

¿Se va a saber en algún momento la cifra real?

A nivel médico, no. A estas alturas ya es imposible. Implicaría realizarles autopsias a todos los fallecidos que presentaron síntomas compatibles con esta patología y no se les hicieron las pruebas PCR para confirmar la enfermedad, algo impensable en la situación actual y directamente inviable en los casos de incineración. Sí hay otros instrumentos estadísticos, a nivel de los registros civiles, que pueden estimar el incremento de muertes durante la pandemia con respecto a fechas equivalentes de otros años, pero en estos momentos están saturados, con lo que habrá que esperar semanas o incluso meses para que se estabilicen. Y no solo eso: el incremento de mortalidad durante esta epidemia probablemente provoque también disfunciones en los próximos meses por la cantidad de gente con patologías muy avanzadas que tenía una esperanza de vida muy corta cuyo fallecimiento ha precipitado el coronavirus.

¿Hacen mejor las cuentas en otros países?

En Francia se desató una gran polémica al trascender que no se contabilizaban los datos de residencias, la cifra de fallecidos de Alemania por número de contagios detectados no encaja con ninguno de los modelos epidemiológicos conocidos y la CIA de Estados Unidos -donde hay 27 millones de personas sin seguro médico- le ha remitido un informe al Gobierno en el que, según The New York Times, «los burócratas de nivel medio en la ciudad de Wuhan y en otras partes de China han estado mintiendo sobre la infección y las muertes, temerosos de ser castigados si aportan números que son demasiado altos».