Alejandro Araújo: «He visto gente que no era de riesgo y está en una uci con un tubo en la garganta»

R. Domínguez A CORUÑA

SOCIEDAD

CESAR QUIAN

Empezó el sábado día 4 en la uci de la quinta del Chuac

10 abr 2020 . Actualizado a las 12:36 h.

Alejandro Araújo Ameijeiras tiene el arrojo que acompaña a la vocación. Sin dudarlo se metió en la boca del lobo. Es de Vigo y cuando empezó lo del COVID-19 le corroía «la impotencia de saber que en otros sitios necesitaban ayuda y yo estaba sin trabajar». Así que, enterado de que en A Coruña se habían agotado las listas de contratación de enfermería, llamó y se ofreció. «A los cinco minutos me devolvieron la llamada para incorporarme, si podía, ya al día siguiente».

Empezó el sábado día 4 en la uci de la quinta del Chuac, donde este martes al acabar su turno le cantaron el cumpleaños feliz. Lo mismo que los vecinos de su nueva residencia, que incluso sacaron una mesa de mezclas a la ventana para musicar una felicitación llena de aplausos. «Los 26 no los voy a olvidar nunca, estas son las cosas de que las que te acuerdas siempre, mis amigos me hicieron un vídeo… me emocioné mucho», reconoce Álex.

«Llevo solo cinco días, pero no me arrepiento para nada», recalca este vigués de su aventura coruñesa. Tenía alguna experiencia en críticos, hizo las prácticas en Povisa y también pasó por intensivos del Cunqueiro. Aún así, ha vuelto a estudiar en los ratos que le quedan y suma la «mucha ayuda de compañeros estupendos» para ponerse al día. Entre ellos, los del equipo de docencia, que le encontraron sitio en la residencia Elvira Bao. Buscar dónde quedarse en pleno confinamiento, con hoteles y pensiones cerradas y en una ciudad sin apenas contactos «no iba a ser nada fácil, no era plan meterse a vivir con alguien, tendría que ser para estar solo», valora un enfermero que ya en su casa, con su madre y su hermano, «habíamos hablado de alejarme de ellos por si me llamaban para trabajar en Vigo». «No, en principio no son de riesgo, pero he visto gente que no lo era y está en una uci con un tubo en la garganta», dispara sobre una enfermedad que castiga más a mayores «pero ves y escuchas casos de gente en los 40 o los 50 y eso asusta, quieras o no».

Argumenta también Álex sobre el peso de l patologías previas: «Diabetes, hipertensión son muy comunes, ¿quién no tiene algo a partir de cierta edad?», e insiste en la seriedad de una infección que «no es una gripe; esa frase -concluye- me ponía muy nervioso».