España prefiere la merluza fresca para la cuarentena, y la revaloriza en Burela y Celeiro

s. serantes VIVEIRO / LA VOZ

SOCIEDAD

Merluza fresca, en una lonja gallega, en una imagen de archivo
Merluza fresca, en una lonja gallega, en una imagen de archivo PEPA LOSADA

El pescado más demandado en el territorio nacional se paga en lonja a medias de hasta 10,30 euros el kilo por las mejores piezas, el resto oscila entre 3,60 y 6,50

09 abr 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

En la cuarta semana de confinamiento por el coronavirus, «la merluza fresca se confirma como el pescado más demandado en la cuarentena» en España. Tras consultar a profesionales de distintas zonas del territorio nacional, lo acreditan Cepesca (la gran patronal nacional del sector), Fedepesca (la organización que agrupa a las pescaderías tradicionales españolas) y la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores. Y lo corroboran las cotizaciones en Burela y Celeiro, las dos lonjas que venden siete de cada diez merluzas que salen de Galicia, ahora más que nunca la despensa del mar de España. La especie estrella de A Mariña lucense encadena tres días de subidas, con marcas como la media de 10,30 por kilo, pagados este miércoles en Burela por 5.000 kilos de selectos ejemplares capturados con anzuelo en Gran Sol.

Ese precio excepcional en piezas de alta gama dobla al promedio habitual y cuadriplica el del desplome en varios días del confinamiento. Se abonó por parte de las capturas de dos pincheiros subastadas en la rula de Armadores de Burela, donde otros 2.400 kilos pasaron a un promedio de 6,50, mientras toda la merluza de un volantero se abonó a 3,60.

Más cantidad se comercializó en la lonja de Puerto de Celeiro, donde este miércoles las cotizaciones también mantuvieron la tendencia alcista iniciada el lunes. Ahí, la merluza de tres pincheiros se pagó a medias por embarcación de 5,10 euros el kilo, 5,40 y 6,40; y la de un volantero de fondo, a 4,10. Este último multiplica por cuatro el más bajo de lo que va de cuarentena, cuando en Celeiro cayó a 0,90 el kilo.

El repunte anima a la flota mariñana, activa como todos los que acercan a las casas productos del mar

Las tres primeras semanas de confinamiento en España por la pandemia pusieron contra las cuerdas a armadores y tripulantes. Precios por debajo de la mitad de los habituales minimizaron beneficios e incluso provocaron pérdidas. Aun así, prácticamente toda la flota de A Mariña siguió faenando, cumpliendo su compromiso de abastecer de pescado fresco a los españoles. El repunte de precios de los tres últimos días ha levantado los ánimos de pescadores y comercializadores. Lo reconocían este miércoles en el puerto y en el exterior de la lonja de Celeiro, así como en pescaderías de Viveiro. Un acicate para que ellos y el resto de profesionales sigan acercando a diario productos del mar frescos a miles de hogares españoles.

Colas en pescaderías por un alimento saludable y ecológico

No se cansan de repetirlo, pero sus mensajes no siempre calan. Armadores, tripulantes, lonjas, distribuidores, transportistas y pescaderos insisten en el mantra del sector: «El pescado es ecológico, sano y sanitariamente seguro, sus proteínas contienen todos los aminoácidos esenciales para el organismo y es imprescindible en una dieta equilibrada». Cuando la pandemia del coronavirus ha situado la salud como prioridad colectiva, evaluaciones como la de Cepesca, Fedesca y las cofradías indican que los consumidores vuelven a mirar al pescado como alimento clave en el bienestar. Se nota en las lonjas y en las pescaderías.

Después de pasarse gran parte de los días de lo que va de confinamiento por el COVID-19 echando en falta a muchos clientes, pescaderías de Viveiro vivieron este miércoles un aumento de las compras que agradecen. Cumpliendo la norma que obliga que a mantener distancias entre personas por el coronavirus, en la plaza de abastos viveirense a mediodía se formaron colas ante los mostradores de pescaderías que continúan al pie del cañón.

Merluza, siempre asequible

Merluzas excepcionales como las que se pagaron en Burela a una media de 10,30 euros solían destinarse antes del coronavirus a restaurantes de alta gama y, ahora, a clientes que puedan permitírselas. No son las que se consumen en la inmensa mayoría de hogares y, por tanto, tampoco las que comercializan las pescaderías tradicionales. Del mismo modo que parte de ellas trasladaron a sus clientes la caída de precios que se repitió tantos días en las lonjas, este miércoles los subieron. Aun así, pescaderos de Viveiro ofrecían ayer merluza fresca al corte entre 8 y 12 euros el kilo, tan asequible como en la mayoría de épocas del año.

Ni en las lonjas ni en las pescaderías pierden de vista que el repunte de precios y de clientes de estos días puede ser coyuntural. Todos los eslabones de la cadena mar-industria saben que la crisis del coronavirus equivale a incertidumbre permanente.