La crisis calla la gaita del Támesis del camariñán David Carril

Santiago Garrido Rial
S. G. Rial CARBALLO / LA VOZ

SOCIEDAD

David Carril, en plena actuación, con la noria de Londres al fondo
David Carril, en plena actuación, con la noria de Londres al fondo SANTI GARRIDO

El gaiteiro ha dejado el puente de Westminster ante la falta de turistas, y ha buscado un nuevo empleo en un hospital. «Aquí o que parou todo foi a xente, non o Goberno», dice

10 abr 2020 . Actualizado a las 10:31 h.

David Carril Castiñeira (39 años) empieza a ser ya una imagen icónica a pocos metros del Big Ben y del Parlamento de Londres. Este músico natural de Xaviña (Camariñas) toca a diario la gaita escocesa, y además vestido como tal, o la gallega, en uno de los puentes más transitados de la capital inglesa, y no son pocos. Desde su posición se ve al fondo una de las mejores imágenes de la noria, y a pocos metros está el hospital en el que se encuentra ingresado Boris Johnson. El coronavirus ha podido con los dos. Con el primer ministro, por motivos de salud, y con David, por razones económicas: no hay turistas, y sin turistas no hay dinero que pague sus piezas musicales. «Eu parei porque parou de vir a xente. Foi indo a menos e chegou un momento no que xa non había turistas, non me compensaba», explica. Su primera idea fue apuntarse al paro.Justo al ir a hacerlo cerraron las oficinas, pero pudo hacerlo igualmente. Con todo, no le gustaba nada estar de cuarentena, encerrado, no es lo suyo, alguien que se para horas entre miles y miles de personas. Así que para salir se buscó otro trabajo. De limpieza, en un hospital. Un sector por el que han pasado tantos emigrantes gallegos históricamente al llegar a Inglaterra, ya desde los años 60. Él mismo empezó en las mismas tareas en los tribunales, al llegar al país, hace diez años. Sabe lo que es trabajar para buscarse la vida. Y así está desde hace unos días. El hospital está especializado en rehabilitaciones, tratamientos en casos de accidentes, caídas... Nada que ver con el frente de los convencionales, que como en media Europa se están llenando de enfermos de coronavirus, lo que no quita que no pueda acudir algún paciente afectado a mayores y, en ese caso, haya que activar protocolos muy estrictos, como es evidente. De momento, no había ningún caso, hasta que entró uno justo esta semana sospechoso.

Cuando todo esto acabe, David, muy conocido y querido entre la amplia comunidad gallega en Londres, regresará a su puente sobre el Támesis. Pero aún falta mucho. «Toda a cidade, agora, está morta, moi pouca xente, todo pechado. A min dáme a impresión de que marchou moitísima xente para os seus respectivos países. Pero aquí o que parou todo foi a xente, non o Gobernom que esperou demasiado», opina.