«Hai xente que segue vindo por un paquete cada día porque así pasea»

Rocío Perez Ramos
Rocío Ramos LALÍN

SOCIEDAD

Miguel Souto

El estado de alarma hace crecer las ventas a particulares en los estancos de la zona

08 abr 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El cierre de los establecimientos de hostelería ha hecho que muchos estancos hayan perdido las ventas de distribución a estos establecimientos, pero en cambio están o han visto incrementadas las destinadas a particulares. El número de clientes que entra por la puerta es mayor. Entre ellos personas que antes compraban el tabaco en una máquina expendedora o en un bar y que ahora se pasan por el estanco. Las ventas crecen, pero dicen los estanqueros de la zona, que no es ni mucho menos una barbaridad.

Israel Senande, del estanco de la calle Principal de Lalín, explica que «véndese máis tabaco rubio porque tamén hai máis variedade, iso non cambiou». Con él coinciden otros estanqueros de Silleda y A Estrada. En cuanto a las ventas el confinamiento hace que a la hora de comprar algunos se lleven más cantidad y «había xente que antes mercaba dous paquetes e agora leva un cartón para que lle chegue para unhos días», explican en el estanco de la rúa Ponte de Lalín.

Pero aunque la mayor parte de la clientela aprovechan para, al igual que pasa con la compra diaria, llevar más cantidad, hay otros que mantienen las mismas costumbres y las que no perdonan una visita diaria. La propietaria del estanco Edita de Silleda señala que «hai xente que sigue vindo por un paquete cada día porque así pasea».

Lo mismo apuntan en otros establecimientos de la zona. Silvia, de la expendeduría número 1 de A Estrada explica que «tenemos quien viene todos los días y ya te dicen que así salen de casa». En Lalín, la Policía Local tiene vigilados a los que tienen esa costumbre y a los que amonestan a riesgo de ser multados.

Más tabaco de liar

Los estanqueros señalan que hay también quien aprovecha esta situación para intentar dejar de fumar y en el de la rúa Ponte de Lalín están notando que «véndese máis tabaco de liar, porque é máis barato e agora o estar na casa a xente ten máis tempo e xa se plantea apretar o cinto».

Silvia cuenta que en cuanto se decretó el confinamiento, los primeros días fueron una locura de ventas y la gente se llevaba a tres y cuatro cartones por si los cerraban y se quedaban sin tabaco. En este estanco estradense cuentan que «estamos también vendiendo muchos pasatiempos» Tanto es así que algunos casi se agotaron y ya fueron reponiendo. Unas ventas que crecen en estos días e crisis sanitaria junto con la prensa o las revistas que se venden en algún estanco de la zona como es este caso. En el de Lalín hubo quien acudió a comprar barajas de cartas y no fue en el único.

En cuanto al suministro, los estanqueros afirman que no están teniendo ningún problema y que los pedidos y la mercancía llegan con total normalidad. No hay tampoco problemas de existencias, aunque el crecimiento de la demanda a diario, con clientes que, por lo general, compran más cantidad, hace que en algún momento puntual no haya un determinado producto en ese momento, pero es algo que se subsana como muy tarde al día siguiente. En general los fumadores, dicen, mantienen el mismo consumo y siguen fumando la misma marca.

Medidas de protección, carteles para guardar distancias y desinfectantes

En cuanto a la venta de sobres y sellos, no parece haberse desatado una pasión epistolar entre los vecinos. Algunos creen que se dispensa lo mismo que antes y hay quien nota alguna venta más, igual para mandar algún mensaje a la vieja usanza a los que están fuera. Los establecimientos tienen carteles que invitan a guardar las distancias, el que más y el que menos colocó plásticos de protección o adoptó alguna medida en este sentido y no falta el uso deguantes y líquidos desinfectantes por parte de los que atienden en cada uno de estos comercios.

Los horarios se mantienen, aunque algunos se redujeron un poco. Al igual que ocurre con otro tipo de locales, en los estancos comentan que las compras se llevan a cabo generalmente a lo largo de la mañana mientras que por las tardes el número de personas que atienden es mucho menor en ese horario.