Galicia registra el nivel más bajo de contaminantes asociados al tráfico desde que se tienen datos

Cándida Andaluz Corujo
C. Andaluz REDACCIÓN

SOCIEDAD

PABLO ARAUJO

Las principales ciudades redujeron en un 48 % la contaminación por dióxido de nitrógeno en marzo

06 abr 2020 . Actualizado a las 14:06 h.

El decreto del estado de alarma, la obligatoriedad de confinamiento y el parón de la actividad comercial no indispensable ha dejado estampas únicas en las grandes ciudades gallegas. Esta reducción de actividad, que ha propiciado un descenso acusado del tráfico rodado, ya ha tenido consecuencias en la calidad del aire en toda Galicia. Un claro ejemplo, que destacan desde Meteogalicia, se encuentra este lunes en la ciudad de Vigo. Si en el mes de febrero el indicador de dióxido de nitrógeno en el aire era de 28 microgramos por metro cúbico -la cantidad máxima permitida es de 40-,  marzo se cerró con el indicado a 16. Un 48 % menos que es extrapolable a todos los rincones de la comunidad, en solo medio mes de confinamiento. Esta reducción se da en el caso del tráfico, no tanto de la industria ya que los medidores de Meteogalicia están situados cerca de empresas donde se desarrollan actividades «esenciales». Nuria Gallego, de Meteogalicia explica: «En las grandes ciudades de Galicia vemos un descenso muy importante de los contaminantes asociados al tráfico rodado. Antes del puente de san José notamos un incremento, pero a partir de esa fecha bajó mucho, sobre todo a partir del día 27, con el endurecimiento de las medidas del estado de alarma».

Gallego señala que los datos ponen de manifiesto cuál es la principal  factor contaminantes de las ciudades: «En Vigo o en A Coruña nunca hemos visto estas cifras, desde que tenemos datos históricos, desde el 2001. Pero puedo decir que desde hace más de 30 años por lo menos». Y apunta que ahora sí se ve claramente que el tráfico es el principal contaminante de las ciudades. «Si no cambiamos de hábitos no podremos mantener esta tendencia que nos sirve para ver que no podemos echar la culpa a la industria, a la ganadería... Los que somos culpables de la contaminación somos todos y cada uno de nosotros, con nuestros hábitos diarios».