El confinamiento dispara la basura que se genera y se trata en Sogama

Antonio Longueira Vidal
Toni Longueira CARBALLO / LA VOZ

SOCIEDAD

Basilio Bello

Desde la firma del decreto, el 15 de marzo, los residuos aumentaron un 9,5%

06 abr 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

En Sogama siempre dicen que la tipología de residuos que llegan y se tratan cada día en las instalaciones de Morzós (Cerceda) es el fiel reflejo de cómo actúa un consumidor gallego. De sus hábitos, vacaciones, gustos, costumbres... «Daría para realizar un estudio sociológico muy completo». Los cambios de hábitos son una constante a lo largo del año y eso se refleja en los residuos generados por más de 2.242.000 de gallegos, que residen en 295 concellos que tienen firmados convenios de colaboración con Sogama.

Y el decreto aprobado el pasado día 15 de marzo por el Gobierno, con la consiguiente orden de confinamiento y cese de la actividad en sectores claves para el turismo de la Costa da Morte, como la hostelería o el comercio minorista, también tiene su reflejo en lo que se tira en la bolsa negra y en la bolsa amarilla.

Y en Sogama para ver esta evolución, o cambios en los hábitos de consumo derivados del aislamiento, han realizado un estudio del volumen de basura generado en la primera quincena de marzo y lo compararon con el de la segunda quincena. De forma paralela efectuaron una comparativa entre el mes de marzo del 2019 y el del 2020. Y los datos dejan bien a las claras que los residuos sólidos urbanos generados y que, posteriormente, son tratados en las instalaciones de Cerceda han aumentado en todos los ámbitos desde que el Gobierno puso en marcha el plan de restricciones por el coronavirus (ver tabla anexa). Y en términos globales lo hizo en torno al 9,5%.

También hay otro dato interesante que se deduce de este estudio: existe un mayor grado de concienciación de los gallegos por el reciclaje, que también ha repuntado durante el confinamiento en torno al 9,8%. Y todo ello con un sector minorista y hostelero cerrado a cal y canto.

¿Y qué piensan en Sogama de estos datos estadísticos? Lo primero, que por la tipología de residuos que llegan hasta al planta de Morzós es que los gallegos han apostado en su mayoría durante esta cuarentena por hacer limpieza en sus casas y desprenderse de todo aquello que no les vale o les sobra, como ropa, utensilios de cocina, de baño.... Llegan en mayores proporciones que antes del decreto de confinamiento. También hay un repunte muy importante de restos de envases de comida precocinada, latas, briks, conservas, botellas... Otro indicativo de que la gente, en su mayoría jóvenes, opta por la comida rápida,.

En todo caso, en Sogama se muestran muy cautos a la hora de hablar de una posible evolución de los residuos generados para el mes de abril y no descartan que lo de marzo haya sido algo puntual.

«La coordinación para garantizar el servicio es absoluta»

Javier Domínguez Lino, presidente de Sogama 

Sogama, como cualquier otra empresa, tuvo que llevar a cabo una reorganización de la actividad para garantizar el servicio a los 295 concellos. Así lo confirmó el presidente, Javier Domínguez Lino: «Sogama, como no podía ser de otra forma, ha intensificado las medidas de prevención con el objetivo primordial de proteger la salud de los trabajadores, garantizar su seguridad y seguir prestando el servicio en las mejores condiciones posibles. Hubo cambios organizativos. El personal de oficina está rotando para cubrir esas tareas administrativas y técnicas que deben realizarse presencialmente y muchos empleados están teletrabajando. Hemos prestado especial atención a aquellos que tienen hijos pequeños». Y añadió: «En un escenario de crisis sanitaria sin precedentes, todos los sectores se han tenido que enfrentar a nuevos retos y a nuevos desafíos que, con toda probabilidad, no figuraban en sus manuales. En el caso de Sogama, hemos contado con dos importantes soportes: un equipo técnico solvente y cualificado para trabajar bajo tensión y hacer frente, con la mayor serenidad y disciplina posible, a una situación compleja, y unos trabajadores que han respondido con la mayor profesionalidad».

Domínguez Lino habló, en todo caso, de normalidad absoluta en el servicio: «La coordinación con las empresas subcontratistas es absoluta y el empeño por hacer un buen trabajo no puede ser mayor. Intentamos mantener la normalidad dentro de la anormalidad, con imprevistos que hay que afrontar, velando por que los suministros para el correcto funcionamiento de la planta se reciban en plazo, que el personal cuente con los elementos de protección necesarios, adelantarnos a posibles incidencias para que una infraestructura industrial de esta calibre, conformada por un complejo medioambiental, 37 plantas de transferencias distribuidas por el conjunto de Galicia, un vertedero de apoyo y el transporte, por tren y carretera, continúe siendo un todo bajo control», apuntó.